Reflexiones

07.05.2015

El hambriento


Hay personas que viven en una especie de frenesí constante, que tienen un ritmo de vida que les hace sentir que tal vez todo va demasiado rápido. Sienten que lo han vivido todo, pero a la vez que el tiempo se les escapa de las manos.

Algunas personas tienen miedo a no estar nunca bien en ningún sitio, y por eso necesitan moverse constantemente. Lo envidian todo - de forma sana y a veces extremadamente insana - porque lo quieren todo. Algunos le llaman ambición, yo le llamaría hambre. Hambre de vivir.

El hambre de vivir va directamente relacionada con esa sensación que uno tiene cuando se siente muy lleno de energía, pero muy vacío de experiencias. Da igual que se haya ido al Himalaya y haya vuelto. Que salga todas las noches. Da igual que conozca a mil personas. Da igual, la gula es insaciable.

Aquel que vive para contar historias siente a veces una nostalgia extraña hacia todo aquello que aún no le ha sucedido. Siempre busca a la persona más interesante y enigmática, y al final lo que encuentra es todo lo contrario, pero lo saborea igual. Aquel que tiene hambre de vivir nunca dirá que no a nada, y si lo dice será porque sus recursos no le permiten hacerlo. 

El individuo hambriento de experiencias suele ser una persona muy intensa. Pasional. Amante del sexo, de los olores, de los sabores, de los países, de la literatura, del cine, de la decoración, del arte... de todo aquello que le inspire amor.

A veces lo que buscan este tipo de personas es simplemente alguien que les entienda. Para ellos, el hecho de oír a alguien decir que es pasional y que lo vive todo intensamente es como haber encontrado un tesoro. Sienten que es muy difícil encajar con alguien a la perfección y siempre se accaban decepcionando. Nunca LES decepcionan, SE decepcionan, porque esperan mucho de otras personas, y tal vez los demás nunca han prometido nada directamente, pero ellos lo esperan.

A veces lloran y al segundo pueden estar riendo, pero eso es porque en ese momento necesitaban llorar, y ya está. Si ahora tienen ganas de reir, pues se reirán. Si mañana les apetece marcharse por ahí y no volver en muchos días alomejor de repente desaparezcan del mapa. Y si de repente un día tienen ganas de estar en casa lo dejarán todo para poderse dar ese placer.

Aquel que tiene hambre de vivir tiene una lista mental - o escrita- en la que va apuntando todo aquello que le gustaría hacer/vivir/visitar. Pueden ser cosas tan absurdas como: "aprender a ir en bicicleta", o proyectos tan enormes como "visitar el Amazonas", pero saben que algún día lo tendrán que cumplir.

Suelen ser personas que alguna que otra vez en su vida se han planteado lo maravilloso que sería ponerle música a su vida, y más de una vez también han pensado que se podría hacer una película de su historia. Porque no piensan que existan vidas, piensan que existen historias.

Las personas hambrientas de vida suelen encontrar un gran amor con el que de repente congenian al 100% (y probablemente a la vez odien), quién se convertirá en el capítulo romántico de su vida, y será la persona que tendrá el poder de decepcionarlas para siempre. Suelen vivir ese tipo de relaciones de forma pasional e intensa. Suelen saber cuando es el final, y cuando están lidiando con un principio. Suelen captar a las personas a la primera, pero nunca se apartan de ellas, a no ser que sientan que se lo están pidiendo a gritos. Suelen tener personas que consideran especiales por algo, no van con cualquiera, pero para ellos cualquiera tiene algo que aportarles.

Las personas con tanta hambre a veces se sienten muy solas. A veces necesitan la soledad, pero a la vez la rechazan, y a veces se enfadan con el mundo porque sienten que los demás no están a su altura. 

Lo entregan todo, pero a la vez son egoístas.

Aman a los demás, pero por encima de todo a sí mismos.

Son felices, pero los ratos tristes son muy dramáticos.

Lo mismo que los ratos felices son energía y amor en estado puro.

Las personas hambrientas de vida difícilmente encuentran un hueco y, cuando lo encuentran, deciden volver a empezar de cero en otro sitio. Necesitan ese ritmo frenético de vida, y viven con la incertidumbre de si algún día lograrán cansarse y se estabilizarán.




Mi consejo es que hay que comerse la vida. Después ya veremos si nos conformamos.


Clara Esparza













03.04.2015

La chica complicada


¿Por qué yo no?” le preguntaba Carrie Bradshaw al amor de su vida justo antes de que se casara con otra mujer. “No. En serio. Realmente necesito escucharlo. Vamos, dímelo”.
“No sé. Todo se volvió muy difícil… y ella es…” respondió Mr. Big.
“Sí”.
(...)

Este episodio demostró a las chicas como yo lo que siempre hemos sabido subconscientemente: Somos el tipo de chicas con el que querrías estar, pero no debes.

Mr. Big probablemente iba a terminar esa oración con “fácil”. Natasha, su futura esposa, no se enoja ni lo desafía a ser mejor.

Asiente y se ríe y siempre está cómoda. Es dulce y simpática y deja que Mr. Big haga todo lo que quiera.

Carrie es complicada. No acepta nada menos que todo lo que se merece. Quiere más de Big. Tiene opiniones y una vida y sueños para los dos. A veces discute con él en momentos inoportunos porque es apasionada y emocional.

No es que a Natasha no le importe lo que Mr. Big haga, pero es una chica básica que quiere mantener la paz a cualquier costo, incluso si significa dejar de lado sus necesidades. Su mente no es tan analítica e imaginativa como la de Carrie, así que puede aguantar más. Es simple.

Yo no soy simple. Admito que soy un desafío para cualquier hombre. Aunque intente con todas mis fuerzas ser la chica simple, simplemente no está en mí ser una. Demando más de todos porque veo gran potencial.

Sólo quiero lo mejor para mí y para mi pareja, así que nunca aceptaré ninguna señal de una relación mediocre y sin pasión.

Un hombre o chico sin evolucionar siempre querrá a la chica simple. No quiere trabajar duro por nada, especialmente por una relación. No quiere ser desafiado ni confrontado.

Pero, un hombre real sabe que será mejor para él estar con una chica complicada.

Este es el tipo de chica con quien te deberías casar. Puede que no sepas que la quieres, pero la quieres. Nunca estarás satisfecho con la chica fácil. Será dulce pero sin inspiración. Siempre tendrás ganas de más.

Incluso el terco Mr. Big se dio cuenta de que no quería lo fácil, y terminó engañando a Natasha… con Carrie.

Las chicas complicadas son creativas y, a veces, emocionales. Puede también que sea un poco lo que algunas personas llaman “locas". Pero, nadie te amará mejor. Nadie te hará el amor con tanta pasión.
Nadie te alentará a que sigas tus sueños. Tendrás tantas conversaciones profundas con ella que te harán cuestionar tus creencias e ideas. Será más inteligente que tú en varias ocasiones. No siempre será fácil, pero será más satisfactorio y siempre entretenido.

Una chica simple tiene una mente simple. Las cosas no serán tan difíciles cuando estés con esta chica. Serán océanos en calma y navegación sin problemas. Con este tipo de chica probablemente te imagines llegando al altar.

Pero, si quieres ser la mejor versión de ti mismo y expandir tu mente y capacidades, cásate con la chica complicada.

Cásate con la chica que te dice exactamente lo que espera y lo sigue hasta el final.
Cásate con la chica que demanda tu respeto.
Cásate con la chica que puede hablar de política, incluso si sus opiniones son diferentes a las tuyas.
Cásate con la chica cuyos ojos brillan con pasión acerca de varios temas.
Cásate con la chica que no permitirá desperdiciar tus talentos.
Cásate con la chica que te empuja a ser mejor todos los días.
Cásate con la chica con la que peleas a veces.
Cásate con la chica que es tu igual o mejor que tú.

(...)

No me malinterpretes: una chica complicada que todavía no es madura será muy molesta. Empezará discusiones contigo sobre cualquier cosa, y te sentirás como un fracaso en su presencia porque no sabrás cómo hacerla feliz.

Pero, con un poco de experiencia y sabiduría, esta chica se convertirá en una mujer con la que quieras casarte. Y, una vez llegue a ese punto, mejor que no la dejes marchar. O perderás lo mejor que jamás hayas tenido.

Texto de Candela Duato

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"Enamórate de una loca. Son las únicas que aman con locura"


A Sara (bebé naris) y Natacha (bebé risado), por tener la suerte de ser tan complicadas como yo.
Y a mi ma, que me ha enseñado a no conformarme nunca.

Clara Esparza






17.03.2015

Cuando estemos preparados

La soledad ha sido siempre para mí sinónimo de libertad, algo absolutamente necesario. En según que momentos de mi vida me he sentido asfixiada, ahogada, controlada.. Como si no fuera yo quién llevase el control de mi vida, y no hay nada que me haga más infeliz que eso. Siempre me ha dado rabia tener que dar explicaciones de mi vida, pero aún y así lo he hecho, y no precisamente con las personas que debiera.

Cuando al fin te deshaces de eso entras en la mejor etapa, en la que todo lo que haces lo decides tú, por ti misma, sola. Vas y vienes, y no dependes de nadie. Y decides quién te puede acompañar y quién no. Pero eso a veces roza un límite, y nunca sé si uno se da cuenta de cuando lo sobrepasa. Yo, por ejemplo, creo que nunca lo sabré encontrar.

Somos seres que estamos en continua búsqueda de afecto, de alguien que nos quiera, nos dé esa felicidad que nosotros solitos trasladamos al exterior, como si no estuviera siempre dentro de nosotros, y así es como, ¡voilà! las personas nos decepcionan.

No se trata de seguir esa moraleja del "no esperar nada de nadie", no, ni mucho menos. Se trata de esperarlo y, cuando no te lo dan, saberlo gestionar, no hay más. ¿Fácil? Nadie dijo que lo fuera.

Mahatma Gandhi un día dijo: "Nadie me puede herir sin mi permiso". Qué gran sabio, pero qué pena que tantísimas veces no sea así. Resulta fácil de decir pero el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. Pero ¿qué pasa cuando una persona te cala tan hondo, que eres incapaz de echarla de tu vida? A mí me pasa constantemente.

Y es que todo el mundo nos cala por algo. Las personas llegan a nuestra vida siempre con alguna misión. A la mía han llegado personas para hacerme ver que precisamente esa soledad es lo que necesitaba. Otras me han hecho entender que no siempre  todo el mundo me va a poder comprender, y que muchos no querrán compartir mis inquietudes. Y otras han pasado para crear un punto de inflexión en mi camino. 

He sufrido, como todos, el gran desamor. Y - cuando creía que nunca saldría de esa agonía, que poco a poco se convirtió en un sentimiento cada vez más leve y más apagado - finalmente ha aparecido alguien, que ha despertado de nuevo todos mis sentidos y ha sido capaz de removerme entera.

Es por eso que muchas veces defiendo esas pequeñas decepciones, porque cuando alguien despierta algo en tu interior quiere decir que se ha convertido en especial y que, por tanto, tú le has entregado una parte muy importante de ti misma, y es el haber compartido tu tesoro más preciado: tu soledad. Y eso es de lo más bonito que te puede suceder.

Siempre se ha dicho que las escorpionas somos así, intensas, pasionales. Que no pasamos por la vida de los demás por cualquier cosa. Al igual yo pienso que todo el mundo que pasa por mi vida es por algo.

Un día, un buen amigo mío me dijo que las personas que más daño le habían hecho eran, casualmente (o no), todos Escorpión. Que somos un signo tan intenso que podemos sacar lo mejor de ti, pero también lo peor, y que necesitamos exprimir al máximo a cada persona, y cada experiencia, porque sino sentimos que nuestro paso por este mundo ha sido insignificante.

Y he aquí la traducción en mi vida: Ayer tarde cuando volvía de mi visita - exprés- a Florencia, después de 5 horas de viaje sola entre buses, aviones y metros, pensé "hay qué ver que diferencia a cuando hice mi primer viaje con el instituto, y mis padres me estaban esperando en el aeropuerto".

Tuve entonces un bajón de esos que duran horas (y creo que me va a durar días) y te hacen analizar tu yo más interior. Y me cuestioné si realmente sé sobrevivir sola en un mundo en el que se nos exije tantísimo el hecho de tener que compartirlo todo. Las mañanas de los lunes, en las que todos estamos insoportables. Las noches de los sábados, que solamente deberían existir para compartir con los amigos. O las tardes lluviosas de domingo, que se inventaron para que todo el mundo aprendiera a estar a solas consigo mismo viendo películas malas. ¿También tenemos que compartir todo eso?

Viajar sola (y cuando digo viajar me refiero también a cojer el tren para ir a la Universidad) es una de las cosas más gratificantes que he aprendido con el tiempo. Pero ese hueco que he intentado alguna que otra vez llenar no se soluciona con un WhatsApp, ni siquiera con una foto compartida en Instagram con 30 me gustas. Cuando vas sola de un lado para otro, y de repente eres consciente del cambio que ha dado tu vida cuando no tienes a nadie encima de ti para decirte por dónde deberías ir, tu alma sufre un shock tremendo. Y es que te encuentras cara a cara con la verdadera soledad.

La soledad es para saborearla, y eso también es algo que todos debemos aprender, aunque fallemos en los primeros intentos. Alguien dijo una vez que hay que amar cuando uno esté listo, no cuando esté solo, y yo estoy reconociendo por primera vez en mi vida que más de una vez me he empeñado en amar cuando era mi momento de estar sola, de aprender del desamor, de saborear el gusto agridulce de la decepción. Y realmente eso solamente puede acabar en catástrofe.

Por eso, de catástrofe en catástrofe, he ido aprendiendo a prescindir de esas personas que no ponen el mismo empeño en ser especiales en mi vida que yo pongo en serlo en la suya. Así como también sé que no soy la más indicada para dar lecciones de sencillez y practicidad, porque soy de lo más complicado que te puedas echar a la cara.

Alomejor debería aprovechar que esto es público para pedir perdón a todos aquellos a los que les he entorpecido la vida más de lo que debería haberlo hecho. A veces me empeño en desmontar castillos que a mí no me pertenecen, y que otros no están dispuestos a poner a tu alcance. También por haberme entrometido demasiado en vidas ajenas. O por haber querido ser demasiado para alguien que solamente me puede haber visto como "una persona más en su vida". 

Supongo que la gracia está ahí. En ir dándote cuenta de que la vida consiste en pasar diferentes pruebas, para alcanzar la plena felicidad. Y que a veces esos pequeños obstáculos se traducen en personas, o incluso en ti mismo, y que hay que ser capaz de gestionarlo de la mejor forma posible.

¿Sobreviviremos en un mundo en el que está tan cuestionada la soledad? ¿Un mundo en el que no nos enseñan, en cambio a compartir esta soledad cuando realmente estemos preparados? ¿Un mundo en el que nos enseñan a ser adultos e independientes y ganarnos la vida, pero a la vez nos exijen que formemos una familia? De momento tenemos que ser capaces de llenar esos huecos, esos vacíos existenciales, con cosas que estén a nuestro alcance. Y lo único que está realmente a nuestro alcance, somos nosotros mismos.



Ilustración de Sara Herranz


Clara Esparza

A ti, que aún no estás preparado. Y me has hecho entender que yo tampoco.








27.08.2014
SOBRE ESCRIBIR SOBRE ALGO


El verano en el que crecí

No es por ti, es por mí. No es por lo que falta, es por que lo acabas echando de tu vida, tú solita, es por lo que te sobra. No es por nada, es porque he crecido, por volver a un sitio donde todo está igual, pero tú eres otra. Te das cuenta de que no necesitas nada, lo tienes todo, no es todo tan complicado como parecía.

Porque de repente estás a día 27 de agosto y ya casi has cerrado otra etapa, otro verano. Otro verano con olor a sal, con ruido de olas, con música de fiesta mayor catalana, con nuevas personas, con viejos amigos. Con contadas Estrella Damm. Topless. Mamá. Sofá. Pasión de Gavilanes. Curro, curro y más curro. Y que el curro te obligue a volver a la gran ciudad: Barcelona. Echar de menos. Echar de menos Florencia, echar de menos a tus amigas de allí, echar de menos a tus amigas de la Universidad, pero sentirte más libre que nunca. Libertad es esto, te das cuenta cuando eres feliz, y te sientes grande, enorme, fuerte. Cuando te sientes orgullosa de las personas que te rodean, del tipo de vida que estás llevando, de que vas tachando cosas de tu lista. Cuando sabes que estás aprovechando cada minuto y cada segundo de tus días. Saborear Barcelona, y saborear Cubelles. Tener tantos lugares para ir, haber estado en tantos sitios, y que todos sean tu hogar.

Saborear a tu gente, no enfadarte nunca. O enfadarte mucho y luego sentirlo. Sentir la intensidad de cada momento, saber que todo guarda un aroma especial, aunque no se vea a simple vista. Recuperar poco a poco esa adrenalina, que a veces perdemos por el camino. Recordar que nadie se ha llevado nada,  porque por ganar, has ganado tanto... 

Un chapuzón en el mar en pleno agosto

El color de la arena bajo el sol

Una tormenta de verano en pleno viernes

Venir en el tren agotada pero con ganas de estar con los tuyos

Pijama de verano

Pijama de entretiempo

Dormir desnuda

Andar descalza

Mirar las estrellas

Y la luna más grande del año

Enloquecer con la nueva temporada de Otoño - Invierno

Y seguir buscando los últimos chollos del verano

Escuchar una y otra vez las mismas canciones

Un café en una terraza una mañana de domingo

Con tu yaya y tu hermano

Un paseo en bici

Una tónica con limón y hielo en plena tarde, en otra terraza

Una cerveza en el paseo marítimo por la noche

El helado de pitufo con nubes del Mercadona

Pasear por la orilla

Sentarte en la arena

Leer en la playa

El mercadillo de mi pueblo

Las noches de peli

Con amigos

Las cenas con los de siempre

Y con los nuevos

Tu familia

Llorar de risa

Y de nostalgia

Las olivas

Las pipas

El chiringuito

Las ganas de viajar, otra vez, para volver y contarlo

Mirar al horizonte y pensar en lo que está por llegar.





Clara Esparza

"Eres un culo de mal asiento."
(Me dijo una vez mi yaya)




26.07.2014


SOBRE MI SUEÑO

Me fui

Me fui, el 16 de febrero de este mismo año cojí un avión dirección Florencia y desaparecí de este mapa que muchos llaman rutina. otros aburrimiento, otros vida y otros felicidad. Me fui en busca de una experiencia que me había prometido a mí misma vivir desde los dieciséis años. Ahora, cuatro años después, ya tenía mi maleta hecha, mi plaza conseguida y mi billete comprado para partir hacia una ciudad en la que no tenía casa, ni amigos, ni familia, de la que ni siquiera me sabía el nombre de las calles.

No voy a engañar a nadie, me fui con la sensación de no estar tan acompañada como creía, con el miedo de perder o de haber perdido todo lo que tenía aquí pero, no obstante, con el tiempo me fui dando cuenta de que todo pasa en el momento justo, y por una razón concreta.

Supongo que estaba tan excesivamente preocupada que no me había parado a pensar en cómo de maravilloso iba a ser todo, en cómo iba a gestionar mi vida, qué era lo más importante que debía hacer y de qué partes se conformaría mi estancia en Florencia. No me había aún planteado cómo sería mi experiencia de vivir sola, de vivir con amigas, de pagar las facturas, de comprar mi comida y cocinar cada día. Tampoco me había planteado cómo sería eso de ir a la universidad sin conocer a nadie y hacer las clases en otro idioma. No me había planteado absolutamente NADA. No lo quise definir como miedo, pero supongo que el paso para mí no fue tan fácil como me pensaba.

Echaba de menos mi tierra, mi familia, mis amigos, mi día a día allí. Saber que había personas que estaban todos los días, por mucho que yo huyera. No lograba encajar, no lograba soltar una carcajada sincera, mi esencia estaba apagada y, durante el primer mes y medio de experiencia, cada día era un día raro, una montaña rusa. Buscar apoyo donde fuera, y no econtrarlo, buscar amor, razones y motivos, y no encontrarle el sentido a nada.

Hasta que, de repente, crecí. Empecé a adaptarme, a conocer y a conocerme. A moverme, a salir, a ser selectiva con las personas que quería en mi vida, a pasar de todo lo que había lejos de mí, a no amargarme. No sé exactamente de qué manera lo hice, si fue una noche de borrachera, un ataque de risa con mis amigas, una charla en el tejado o el hecho de meterme en alguna cama ajena (ejem), pero mi chip cambió, y de repente empecé a ser yo misma de nuevo.

Mi esencia volvió. Mis ganas. Mi entusiasmo. Mi "me da igual todo". Mi locura.

Y de repente, todas las personas que estaban en mi frecuencia aparecieron. Aparecieron personas en mi vida que solamente me hacían reír, que me daban adrenalina, diversión, locura. Aparecieron tíos de una noche, tíos de cinco minutos y personas de todas partes del mundo que venían a aportarme lo que siempre había soñado que ganaría en mi experiencia Erasmus. Empecé a abrir mi mente, a hacerme grande, a ver mi convivencia como algo de lo más positivo, a divertirme estudiando, a sacar buenas notas, a salir cada día, a cada hora, a hacer mil cosas, a viajar, a conocer mil personas.

No sé si mi experiencia Erasmus ha sido la "normal" y ordinaria que todo el mundo suele vivir, si la evolución ha sido una transición que debía pasar para tener todo lo que tengo ahora pero hay una cosa que no puedo poner en duda y es que he ganado muchísimo más de lo que tenía. Ahora mismo me doy cuenta de que estos cinco meses, a pesar de que ahora parezcan simplemente un sueño ya vivido y finalizado, han sido fundamentales para hacerme la persona que soy ahora. Me hacían falta cinco meses para darme cuenta de lo positivos que son los cambios, para mirar a la cara a muchas personas y poder decir que ya no me reflejo en ellas, para poderme sentir grande, y orgullosa de mí misma.

Volvería a elegir esta experiencia mil veces, volvería a elegir a las mismas personas que han formado parte de ella y volvería a pasar por el caos y el descontrol que pasé solo si me dijeran que lo bueno va a ser tal y como ha sido hasta día de hoy.


Todo pasa por algo, un Erasmus también.





17.02.2014


SOBRE MÍ

Sobre las mujeres nómadas


"Es necesario e imperante que atiendas a mi llamado, no está bien que te enamores o enredes tu vida con una mujer que ame leer, escribir, viajar o cantar (así lo haga mal), porque al final todas ellas aman, aman con esa libertad que brota en su alma y las hace creer que tú estás en capacidad de corresponder con sinceridad a ese torrente de emociones.


Si te digo esto no es por asustarte, pero sí a modo de advertencia, porque una chica que escribe y además viaja es propensa a querer sin medida de tiempo o espacio, ella irá tras de ti si se lo pides con un simple “te extraño y te necesito a mi lado”, puede estremecer su mundo entero dedicándole un “te quiero” en un pequeño correo electrónico, con eso alcanza para hacerla sonreír todo el día, ella se imaginará el día en que por fin te pueda abrazar y besar de nuevo en caso de estar lejos, así sea a dos o tres horas de distancia, entonces la harás escribir montañas de palabras que no se atreve a decirte 
cuando hablan a solas.



No te enamores de una mujer que adore viajar, porque querrás que un día se quede contigo en un solo lugar y debes comprender que para ella el planeta es pequeño, querrá camuflarse en una cultura ajena a la de ella, navegar algún mar prohibido e intentará decirte palabras de amor en idiomas que le son desconocidos, odiará que un día le digas que debe escoger un sitio para vivir, porque sabrá que eso significa que debe detenerse en un solo punto y eso aniquilará sus ilusiones.



Si estás con una mujer nómada por naturaleza debes reconocer que amas cómo te cuenta sobre esos sitios escondidos en los lugares que ella visita y sabrás que te quiere si en algún momento menciona que le habría gustado mucho ver aquellos lugares contigo, pero no lo dirá directamente, porque prefiere ponerle literatura a su vida y construye cada párrafo con sumo cuidado, por eso te dirá algo así como: “te habría encantado tomar café en aquel lugar, imagínate sentado en el mismo sitio que inspiró a tantos artistas años atrás”.



No importa cuántas veces la hayan defraudado en el amor porque seguirá creyendo que viajando es que dará con alguien que la sepa comprender y no la quiera someter, por eso se enamora tan deprisa, por eso se permite embriagarse con nuevos rostros que le hablen de poesía y la conduzcan por nuevas rutas, porque ella necesita dejar su corazón en las letras que escribe, describir los aromas y los lugares que visita.



Sin importar qué ocurra no te enamores de una mujer que viaje o escriba, porque si por error un día tú la necesitas, ella irá corriendo a tu lado y te pedirá que recorras el mundo que a ella tanto fascina, ¿estás dispuesto a ir así por la vida? Ella llevará un ritmo que tú creerás es fruto de su locura contenida, pero te aseguro que ella te amará sin medidas, porque sabe que es la libertad de ambos lo que prima, ella no te encadenará a promesas futuras, porque una mujer que viaja y escribe conoce lo efímera que es la vida.



Y por último debo decirte que nunca prometas a esa mujer amor en la lejanía, porque tan pronto como sepa que has traicionado su corazón te dejará para viajar de nuevo, tan lejos como sus pies y alas se lo permitan, no te dirá palabras, porque todas las habrá dejado escritas."





(Texto de mariadelajuana)





Para las mujeres nómadas de mí vida, y también para las que me han enseñado, sin moverse siquiera de casa, que el mundo es mío.











02.04.2014


SOBRE MÍ

Quién eres, porqué estás aquí y hacia dónde vas



Hace prácticamente un mes que no aparezco por aquí, se podría decir que desde que me instalé en Italia. Supongo que había perdido la pasión, o la inspiración, no lo sé... Había vuelto, por un pequeño momento, a perderme a mí misma. ¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí? y ¿Hacia dónde voy? Son preguntas que todos, más de una vez en la vida, nos hemos tenido que plantear. Yo por suerte siempre que me las planteo acabo obteniendo respuestas, pero soy consciente de que tendré que perder el rumbo mil veces para encontrarme ciento mil más. 

El día que empezó la primavera me compré unas flores, unas margaritas, os parecerá la cosa más cursi del mundo pero son mis flores preferidas por dos razones: la primera porque mi madre se llama Margarita, y la segunda porque creo que son una flor sencilla y a la vez bonita, que es lo que a mi más me gusta de las personas.

Cuando me las compré me sentía rara, era como si estuviera feliz, pero a la misma vez algo me impidiera estarlo del todo. Llevaba un mes aquí y todavía no había hecho las cosas que más feliz y libre me hacen sentir y que acostumbro a hacer siempre en Barcelona. Leer en un café, salir a pasear sola, hacer fotos de todos los rincones bonitos que encuentro, reír mucho, salir de fiesta sin preocuparme de a qué hora volveré ni adónde iré... Era como si fuera por la calle y aún no acabara de creerme que yo iba a hacer vida en esta ciudad, tan bonita y que tanto me ha gustado siempre. Como si no pudiera aún respirar la verdadera felicidad que debería estar sintiendo, por ser una de las pocas privilegiadas que puede vivir esto.

Y así estuve dos días más, hasta que un día miré las flores y me di cuenta de que se estaban poniendo pochas. Me habían dicho en la floristería que tenía que cambiarles el agua y cortarles el tallo cada día, y desde que me las había comprado todavía no lo había hecho. Me di cuenta de cómo estaba descuidando algo tan bonito y que tanto me gustaba como son mis margaritas, como soy yo misma.

Así que cojí el jarrón, saqué las flores, cambié el agua y les corté el tallo, y por la noche me fui de fiesta.

Sorprendentemente lo disfruté de una manera diferente, llegué a las 4.30 de la mañana sin preocuparme de la hora que era y me senté en el sofá a escuchar más música, a pensar. Entonces sentí ese ¡click! que desde hacía tanto tiempo necesitaba escuchar, y lo reconocí, ya lo había sentido antes. Me di cuenta de que ninguna situación es tan dramática como para que tengamos que llorar de por vida, ninguna persona es tan importante como para que se tenga que parar nuestro mundo y ninguna experiencia es tan mediocre como para que no la disfrutemos al cien por cien.

Hablé conmigo misma durante unos cinco minutos y me dije: ¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí? y ¿Hacia dónde voy?

Y rápidamente mi conciencia me dijo: "Sabes quién eres, porqué estás aquí y hacia dónde siempre has querido ir, así que espavila." 

De ese día ya ha pasado prácticamente una semana, y las flores vuelven a estar igual que el primer día, es más, se han abierto más y están aún más preciosas. 

No sé que cambió en mi cabeza, no sé si lo hice yo, o fue sin querer. Solamente sé que he conseguido volver a enamorarme de mí misma, después de esta ruptura temporal con mi esencia que sufrí. Sé que seguramente me volverá a suceder mil veces más en la vida, las decepciones, los momentos malos, las personas que se van y las situaciones amargas muchas veces nos hacen dudar de si estamos en el lugar idóneo y en el momento idóneo, cuál es nuestra misión en el mundo y porqué amarnos a nosotros mismos. Pero conseguir ser feliz ignorando las circunstancias externas y disfrutando de lo que tenemos es lo mejor que nos puede pasar en la vida.




Clara Esparza
Para Jen, y para mamá "Enamórate de tu existencia"






26.02.2014


SOBRE NOSOTRAS

Atrévete a ser guarra

¡Por fin! Después de seis días aquí – qué largos, por cierto – hemos encontrado un piso decente (antiguo, precioso, en la parte más bonita de Florencia y con unas vistas increíbles a la Piazza Signoria), y ya estoy instalada en un lugar “definitivo”. Ahora es cuando empiezan las compras de la semana, los problemas con la calefacción, con el agua caliente, la obligación de cocinar cada día, de hacer la limpieza, la bugata

Ahora es cuando empezamos de verdad a saborear lo que es un Erasmus en sí mismo, irse a otro lugar a hacer vida, no solo a estudiar, sino a aprender a - como el otro día os explicaba - sobrevivir .
En medio de nuestras locas y desastrosas aventuras Eva y yo el otro día tuvimos una larga y profunda conversación acerca de la obligación que las mujeres tenemos de ser totalmente perfectas, una silenciosa exigencia que cargamos a nuestras espaldas desde el mismo día en el que empezamos a tener uso de razón.

Estuvimos hablando acerca de lo que nos queda bien, lo que nos ponemos, lo que creemos que no debemos ponernos (por lo que los demás dirán), lo que hoy en día se considera adecuado y un buen comportamiento en una mujer o chica joven, etc. y acabamos concluyendo que lo mejor que podemos hacer es ignorar lo que se nos impone, y volvernos MUY LOCAS.

No, ahora en serio. Muchas veces antes he dejado caer este tema, pero es algo que está presente en nuestras vidas y que muchas mujeres se atreven a ignorar: Merece tratarlo a fondo. Recibimos continuos y masivos mensajes acerca de cómo podemos estar más guapas, ser más delgadas, más atractivas, cómo podemos conquistar a nuestros hombres, qué piensan ellos de nosotras, qué queda bien y qué queda mal. Y los recibimos a través de los medios de comunicación masivos, de las películas, de la publicidad e incluso de nuestros propios padres.

Y lo peor es que nosotras constantemente seguimos, consciente o inconscientemente, esta serie de normas. Pensamos ¿esto es muy corto?, ¿me hace gorda?, ¿le gustará a ese chico?, ¿me mirarán mal? Y, la mejor de todas, ¿me dejarán entrar en la discoteca?

Lo curioso del tema es que con  los hombres también sucede, aunque no de forma tan extrema. Muchos de ellos también padecen trastornos alimenticios y algunos incluso se obsesionan con tener un cuerpo sublime, como el de los anuncios de perfumes de Navidad. (Por cierto, siempre he pensado que no es compatible que pongan esa serie de anuncios justamente en la época en que más nos da por comer, pero bueno, ése es otro tema).

Cuando una chica joven acaba pensando que está gorda, que es fea y que no le queda bien la ropa, solamente porque no se parece a una modelo de revista, tenemos un problema.

Cuando una chica joven no se atreve a hablar de sexo porque cree que es cosas de hombres y que le hará parecer ordinaria, tenemos un problema.

Cuando una chica joven es juzgada y mal vista por la sociedad cuando se sube en un tren o en el metro solamente porque lleva la falda corta o millones de tatuajes en el brazo, tenemos un problema.

Cuando una chica joven no se pone la ropa que se le antoja para ir de fiesta porque sabe que tal vez no la dejarán entrar por “no ir adecuada”, tenemos un problema.

Es más, cuando las chicas jóvenes tenemos la “preferencia” de entrar gratis en una discoteca porque si no los tíos no vendrán a consumir como locos y a buscar lío como cerdos, tenemos un GRAN problema.

Y cuando una mujer sale diciendo en la televisión que todo el mundo la DEBE comprender porque antes fue travesti, o porque le gustan las mujeres, y dándole más importancia de la que tiene, también tenemos un problema.

Y digo todo esto porque las personas más machistas y anti-tolerantes solemos ser muchas veces las propias mujeres, de hecho, las propias personas que peor lo pasan por culpa de los complejos y los perjuicios son después las que antes juzgan al resto.

Tenemos que empezar por cambiar nuestra manera de pensar, para luego pasar a cambiar nuestra manera de vestir, de hablar y de ir por la vida. No pasa nada si una mujer habla de sexo, porque al fin y al cabo lo disfruta igual que el hombre. Es más, me hace gracia que muchos hombres afirmen que las que hablamos de sexo o nos insinuamos somos unas desesperadas, pero luego no soporten a una acomplejada en la cama, en fin.

No pasa nada si una mujer se pone ropa de tío, lo mismo que si se pone ropa de mercadillo, lo mismo que si se compra unos pantalones culeros y se los pone para ir por la calle. Lo divertido es la diversidad, y que nadie juzgue a nadie por su manera de vestir.

Ahora me estoy repitiendo, lo sé, pero es que es siempre más de lo mismo. Nosotras nos convencemos de que debemos ser de una determinada manera, porque si no después no seremos aceptadas por la sociedad, porque se nos convence de ello y, en consecuencia, convencemos o intentamos convencer al resto de que si una chica no es tan recatada y fina como nosotras, es algo así como una guarra.

Yo tengo que agradecer a mi madre la educación que me ha dado, porque la verdad es que no tengo tantas tonterías en la cabeza, pero sí que es cierto que, como todo el mundo, debería hacer una autocrítica, porque más de una vez yo misma me sorprendo haciendo comentarios fuera de lugar en este aspecto.

Lo importante es siempre hacer lo que te dé la gana, no juzgar a los demás porque los demás siempre tendrán algo que envidiarás, igual que tendrán mucho que envidiarte a ti. ¿Mi consejo? Atrévete a ser guarra.


Clara Esparza

"Estaba cansada de ser mujer,
cansada de cucharas y cacharros,
cansada de mi boca y de mis pechos,
cansada de cosméticos y de sedas.
Aún había hombres que se sentaban a mi mesa,
circulando alrededor de la fuente que yo ofrecía".

(Del poema 'En armonía con los ángeles' )






18.02.2014


SOBRE MÍ

Irse para volver

Quería despedirme. De mucha gente, de amigos, de mi personita especial, de mi familia… Pero al final todo me salió al revés. Es por eso que tampoco me despedí a través de mi pequeño espacio, mi blog, porque no sé si me sentía del todo preparada.

No sentía miedo, ni angustia. Sentía pereza. Pereza por perder todo aquello que aquí tenía, por dejarlo atrás e irme a un sitio nuevo. Me daba, literalmente, “palo”. El entusiasmo no lo he sentido del todo hasta hoy. El día que cogí el avión todo me parecía raro, muy raro, y al llegar aquí empecé a animarme. La gente, el ambiente… todo parecía gustarme, pero ayer me volvió a dar un bajón. Supongo que se me han juntado muchas cosas, el sentirme sola de repente, perder a la persona que más quieres, saber que no volverás a ver a tus padres en mucho tiempo, tener que conocer gente nueva y adaptarte a un sitio nuevo, EN EL QUE VAS A VIVIR.

Gracias a dios hoy me he despertado con otra actitud. Más entusiasmada, más como soy yo: con muchas ganas de vivir cosas, de experimentar, de pasear, de hacer vida en otro sitio, de conocer gente nueva, hablar otro idioma, estudiar de otra manera, VIVIR DE OTRA MANERA.

Se me hacía raro pensar que tendría que empezar todo eso, me daba de verdad pereza, pero ahora estoy empezando a recordar qué es exactamente lo que siempre he querido, y es esto.

Lo siento si he decepcionado a alguien, porque sí que es cierto que aquí busco un cambio. Un cambio en mi misma, en mi manera de ver las cosas, en mi actitud y en mi humor. Busco de nuevo volver a ser la persona alegre y sumamente pava que antes era, saber querer como yo sabía querer antes, sin enfadarme por la mínima cosa, sin molestarme por tonterías. Busco encontrarme a mí misma ya que durante tanto tiempo me he perdido, encontrar esa estabilidad, esa paz, que ya estos últimos meses no he encontrado. Busco volverme a ser fiel a mí misma y a las personas que más quiero. Ahora me doy cuenta más que nunca, de que esto es lo que necesitaba realmente.

No sé cómo me saldrán las cosas. Si encontraré esa estabilidad, si aquí seré feliz – que estoy convencida de que sí – o no, si cuando vuelva lo veré todo de otra manera, si la gente de allí se acordará de mí, me echará de menos, o me olvidará. Solamente espero encontrar mi sitio, estar rodeada de gente que me ame como yo soy capaz de amar, y perdonarme a mí misma, así como perdonar a los demás.

Espero encontrarlo.

Ahora sí, me despido y paso página. Porque a veces hay que irse, para poder volver.



Clara Esparza

"I was always an unusual girl.
My mother told me I had a chameleon soul, no moral compass pointing due north, no fixed personality; just an inner indecisiveness that was as wide and as wavering as the ocean...
And if I said I didn't plan for it to turn out this way I'd be lying...
Because I was born to be the other woman.
Who belonged to no one, who belonged to everyone.

Who had nothing, who wanted everything, with a fire for every experience and an obsession for freedom that terrified me to the point that I couldn't even talk about it, and pushed me to a nomadic point of madness that both dazzled and dizzied me. " 
- LANA DEL REY, Ride






08.02.2014


SOBRE LOS VIAJES

Cosas que he aprendido después de viajar a otro continente

Es ya el tercer día que me encuentro en tierras barcelonesas y es ahora cuando me decido a hacer la primera entrada del blog después de esta experiencia. Hasta ahora no me había planteado qué he aprendido, qué siento, si lo echo de menos, si estoy mejor ahora, si echaba de menos mi casa... Hasta ahora no he sabido echar la vista atrás y sacar una conclusión, supongo que eso debe ser normal, demasiadas emociones juntas.

Pero hoy - después de dos días durmiendo y comiendo- me he decidido a centrarme y escribir, con la pretensión de ir tirando poco a poco de un hilo y así sacar todo lo que guardo dentro, y que aún no he contado.

No me voy a dedicar a hacer una reflexión entera y profunda sobre el viaje, pero si me siento inspirada sí lo haré de aquí a unos días, cuando cuelgue las fotos. De momento solamente quiero hacer una "lista", como bien prometí, de aquello que he aprendido después de esta maravillosa experiencia, que no es poco. 


1. No hace falta ser precavida. En la última entrada os dije que había aprendido a ser precavida, pues bien, después del viaje la conclusión es totalmente la contraria: no sirve de nada serlo. Lo importante es llevar lo imprescindible y, a partir de aquí, aprender a hacerte y deshacerte una mochila cien veces en dos días y en cinco minutos. A sobrevivir con la misma ropa tres días, sin tener mayor aseo que el de lavarte en un río y, si te viene la regla, joderte.

2. Se puede dormir en cualquier sitio. Hasta antes de hacer este viaje creía que no era capaz de dormir en ningún sitio que no fuera una cama, pero no sabéis lo equivocada que estaba. Cuando una está cansada, puede dormir en cualquier sitio, y ese fue mi caso (y el de todos). Desde echar una cabezacita de cuarenta minutos en el autobús hasta dormir ocho horas seguidas de vuelta en el avión. También he aprendido que eso de tener la costumbre de dormir mínimo ocho horas cada noche es una gran tontería, cuando tienes tanto mundo por ver ahí fuera, lo de dormir es lo de menos.

3. Es mejor compartirlo. De tantas cosas que vives en tan pocos días seguro que al final te has dejado miles por contar. Hay personas que viven para el viajar, y que muchas veces viven experiencias que no necesitan compartir, con haberlas vivido les basta. En mi caso, yo me acordaba de muchas de las personas que más quiero cada vez que veía algo emocionante, que vivía cosas impactantes. Siempre pensaba: "esto a mi madre le encantaría...", y he tenido a muchas personas presentes a lo largo de la experiencia.

4. Lo más importante no es la foto, sino el momento. Los mejores viajeros no son los que hacen las mejores fotos. Y os lo dice la obsesa con las fotos por excelencia. A falta de tarjeta de memoria he tenido que sobrevivir diez días retratando lo mínimo, pero os aseguro que me ha sobrado espacio en mi cámara. He visto cosas increíbles, y he podido fotografiar unas cuantas. Personas curiosas, paisajes preciosos, pero en muchos momento he preferido retenerlo en mi retina que perder mi tiempo sacando la cámara. He aprendido que lo único que puedo ganar teniendo una foto bonita es el poder compartirlo con el resto, pero que una foto no es emocionante si no esconde un momento emocionante detrás. Quiero poder enseñar mis fotos y poder decir: "esta personita de aquí me sonrió, y luego nos hicimos una foto", no quiero tener la foto bonita e impactante si no representa un momento bonito e impactante para mí.

5. Para viajar hay que ser tolerante. Hemos visto y conocido personas totalmente diferentes a nosotros, con otra cultura y otros valores. No es fácil aceptar todo lo que ves cuando viajas a un sitio que es tan diferente al tuyo, pero lo importante es estar abierto para ver, aceptar y, sobretodo, aprender. No somos mejores unos que otros, todos tenemos cosas que aportar al mundo, y todos tenemos cosas que enseñar al resto.

6. Acostumbrarse a otros olores, comidas y personas. En diez días nos ha dado tiempo suficiente para percatarnos de lo diferente que es la comida de allí de la nuestra, empezando por los olores y acabando por el sabor. Nos ha costado acostumbrarnos a ello y finalmente muchos de nosotros ni siquiera lo hemos conseguido del todo. Una prueba de cómo cada persona vive condicionada por aquello a lo que está acostumbrada, por lo que cada uno cree que es "bueno" o ·"sabroso" y lo que no lo es. Hemos aprendido también a sonreír más, puesto que allí eso es su pan de cada día, y a ser más amables y generosos que nunca.

7. Cuando viajes, que no te quede nada por hacer. De la única cosa de la que me arrepiento es de no haber gastado un poco más. Vimos muchísimas cosas y ahora pienso en todo lo que me podría haber llevado de recuerdo, pero por el miedo a derrochar preferí dejar atrás. Me gustaría tener un amuleto bendecido por un monje (como el que le regalé a mamá), o algún que otro recuerdo más. Pero eso, al fin y al cabo, es lo de menos. No puedo decir que no me haya atrevido, porque he pasado miedo en muchas ocasiones pero aún así lo haya hecho, porque he dudado, como todo el mundo, pero me he lanzado. Y no me he dejado prácticamente nada por hacer, lo he exprimido al máximo.

8. Nunca te arrepientas de haber ido a un sitio. Te guste o no, siempre es un aprendizaje. A veces viajar puede ser una buenísima experiencia, pero a veces no te puede gustar tanto. El ir a un lugar tan diferente al tuyo puede suponerte algún que otro mal trago, y por eso es importante siempre ir mentalmente preparada. Pero ante todo nunca hay que arrepentirse, porque todo perdura en nuestra memoria, sobretodo las experiencias.

9. La convivencia. Es una de las mejores cosas del viaje, el formar una familia, aceptar a los demás, no ponerte de los nervios y a veces sacar de quicio a alguien. Enfadarte sin motivo, y luego aprender del mal rato que has pasado y has hecho pasar a los demás. Pero lo más importante es saber aceptar que cada persona es un mundo, y que por mucho que compartáis, todos somos diferentes, y tenemos que aprender los unos de los otros, cuidarnos, querernos y estar juntos, en lo bueno y en lo malo.

10. No solamente existe el amor por las personas, también existe el amor por el mundo. Cuando vives una experiencia de este tipo te das cuenta de que no habías amado el viajar hasta ahora, que no te habías percatado de la belleza que esconde el mundo hasta que no has convivido con cosas increíbles. Yo me he enamorado de lo que he visto, pero sobretodo me he enamorado de la experiencia, del viaje. Y, cuando descubres eso, no tiene precio. El amor por viajar, ahora sé lo que es, y agradezco a los que han dado la oportunidad de sentirlo de verdad.



Viajar es de valientes, que nada os frene.


Clara Esparza
"Recorrer muchas carreteras, volver a casa y verlo todo como si fuera la primera vez".





26.01.2014


SOBRE LOS VIAJES

Cosas que he aprendido antes de partir

Mañana parto rumbo a Madrid, donde haré escala hacia Tailandia el martes. Llevo meses esperando este viaje y creo que de él voy a aprender muchísimas cosas.

Pero toda marcha necesita su preparación, su despedida, su proceso para mentalizarse, y sobretodo si se trata de viajes como éste: otro continente, otro horario, otra cultura, otros estilos de vida muy diferentes a los tuyos, otra lengua, otra gente, otra experiencia y, por lo tanto, un sabor diferente.

Hasta ahora parecía que me iba al fin del mundo. Mi familia, la gente de mi entorno, me hablaban como si me fuera a pasar algo, como si me fuera a morir o por el hecho de irme a otro continente me fuera a aplastar un elefante, o algo así.

Me enfadaba cada vez que mi madre me advertía, y me insistía en que lo pasaría fatal, y bla bla bla...

Creo que de cada viaje se aprende algo, de hecho creo que viajar es la mejor manera de aprender (a vivir). Pero, a pesar de haber viajado ya unas cuantas veces (únicamente por Europa) creo que este es el pre - viaje del que más he aprendido.

Es por eso que hoy me siento inspirada para haceros una lista de las cosas que he aprendido antes de partir, y espero poder haceros otra muy positiva de las cosas que habré aprendido después de la experiencia.

Por el momento, me quedo con la pequeña y breve experiencia que he experimentado este fin de semana, el más corto de mi vida y a la vez el más largo, en el que he andado de arriba para abajo y he acabado desquiciada de agovio, pero también muy emocionada y con un muy buen principio de viaje.

1. Ser precavida. Es algo que nunca he llevado bien. Eso de vivir a la mía y sin pensar las cosas me ha traído muchos problemas, especialmente conmigo misma, que luego me encuentro que he prometido cosas que no recuerdo haber prometido, he calculado mal la hora en la que tengo que salir de casa o me he dejado la mitad de las cosas, por ir rápido y despreocupada. Esta vez no. Esta vez me llevo un buen botiquín de mil kilos, y no pienso tanto en la ropa (dato importante en mí). Me estudio el país que voy a visitar y me ordeno todo por listas que llevo haciendo hace una semana.

2. Hacer una maleta a contrareloj. Porque, sí, me he pasado días preparándola. Pensando, haciéndome listas de cosas imprescindibles, necesarias e importantes. He hablado con mis futuros compañeros de viaje, he visitado el Decathlon mil millones de veces (al final me harán clienta VIP) y me he informado a través de blogs de viajes y revistas. Pero, al final, he tenido que llenar mi mochila esta tarde, en media hora he intentando que me cupiera todo. ¿El motivo? Demasiada necesidad de organización: tenía toda mi ropa distribuída a lo largo de mi habitación como si me fuera un mes al fin del mundo, y he acabado metiendo menos de la mitad de las cosas.

3. Las personas que te quieren te despiden con una sonrisa. Es igual que no quieran que te vayas, que les duela y les dé miedo que te pueda pasar algo. Que crean que tal vez lo pasarás mal o no podrán comunicarse contigo como quisieran. Te dejan ir, y con una sonrisa. Y únicamente porque saben que es tu ilusión. Y eso sí que es amor.

4. Todo se puede arreglar. Cuando nos dijeron que alomejor el viaje se cancelaba porque se había declarado estado de altera en Tailandia creímos que se acababa el mundo. Luego me sentí egoísta, e hice una reflexión: nos han quitado un viaje, hay personas que están allí y seguramente pasándolo mucho peor, para viajar siempre hay tiempo. Pero finalmente, con algún que otro cambio en el itinerario, vamos a poder cumplir nuestra ilusión. Y eso me ha enseñado que todo en la vida tiene una vuelta, y que lo que hoy puede ser negativo, mañana puede haber cambiado.

5. Tengo mucha suerte. No sólo por el poder tener esta oportunidad que muchas otras personas no tienen, la oportunidad de ponerme a prueba, aprender y de que otros aprendan de mí, sino también por la gente que me rodea. Por los que sé que me echarán de menos, pero aún así aceptan mi marcha, y en poquitos días me han demostrado que me merezco vivir como quiera y persiguiendo mis sueños.

6. Siempre descubres que hay personas como tú. He sentido que he compartido mi ilusión con todos mis futuros compañeros de este proyecto, y lo he sentido porque en las reuniones y jornadas de preparación previas al viaje vi en ellos la misma alegría y entusiasmo que yo siento y he sentido. Todo lo malo se nos ha olvidado. No hay miedo, simplemente ganas, unas ganas que todos compartimos.

7. No he viajado hasta que no he cojido una mochila. He visitado muchas ciudades, pero no había sentido la esencia de una despedida hasta hoy, cuando he cojido mi mochila de 8 kilos, me la he puesto en la espalda y me he despedido de los míos para vivir algo diferente, mucho más lejos y mucho más atrevido. Me he visto marchar sola hacia Barcelona, y he sentido pasión de verdad por el rumbo que he tomado.



El video que han hecho mis compis de TV. ¡Me encanta!

Seguidnos a través de la página de la expedición, que cada día nos encargaremos de subir artículos y reportajes sobre lo que vayamos visitando. Os veo a la vuelta, con muchas historias y experiencias vividas para contar.


Clara Esparza
Y esto se lo dedico a todos aquellos que me han despedido con una sonrisa :) Porque me quieren.





20.01.2014


SOBRE LA VIDA

Rutina, ¡RESET!




El otro día mi amiga Sara tubo una crisis. De la nada se le juntaron tropecientas mil cosas y ni el chino (menú) que nos jalamos cada viernes, ni mi charla sobre lo maravillosa qué es la vida, ni dejarle mi poderoso libro (El Poder, ni más ni menos) funcionaron. La conclusión que sacamos juntas de todo ello es que estaba aburrida y cansada. Remarco: ABURRIDA

Y es que a mí me pasa lo mismo. Empiezo un curso con muchísima ilusión, con mil cosas por hacer y mil obligaciones fantásticas que ocupan mi día y de repente un día me doy cuenta de que lo único que quiero hacer es DORMIR, dormir durante una semana entera, faltar a todas las clases, cursillos, compromisos y otras cosas que ya me tienen aburrida y disfrutar de la soledad en mi cama con sábanas nórdicas y mi pijama adorable y hogareño.

Encenderme una vela de coco, ducharme y meterme en la cama aún sin vestir y con el pelo mojado, a ver películas en blanco y negro y quedarme dormida a las 6 de la tarde mientras las miro. Despertarme a las 9, cenar un bol de cereales y salir al balcón a mirar la ciudad desde las alturas. O levantarme un día a las 7 de la mañana y decir: "hoy no voy a clase", y volverme a dormir. 

Ni inglés, ni italiano, ni Facultad, ni nada de nada más. Solo lo que me apetezca hacer.

Por desgracia esas cosas no las piensas cuando te apuntas a mil clases y cursillos, cincuenta ofertas de trabajo y pretendes, todavía, sacarte una carrera. 

(Qué repelencia, ¿eh?)

La verdad sea dicha: mi felicidad, igual que la de mucha gente, está también en mantener mi cabeza ocupada 12 horas al día, saber que aunque no tengas tiempo ni para respirar estás haciendo de ti un individuo competente, útil y que por lo menos sabe invertir bien su tiempo. Cierto es que cuando he tenido más de dos semanas sin ocupaciones he acabado volviéndome loca y poniéndome a estudiar cosas como yo que sé... Filosofía, solamente para saber que estoy haciendo algo y que estoy haciendo funcionar mi cerebro.

Pero esto también puede acabar convirtiéndose en un problema cuando te empiezas a dar cuenta de que no ves series españolas porque solamente te aportan entretenimiento (y alomejor, solamente alomejor, algo de culturilla), no miras las películas que dan en la TV que no puedes poner en versión original, no te lees un libro ya por entretenimiento y placer y no estudias porque quieres, sino PORQUE DEBES.

Entonces percatas de que has sobrepasado esa línea que no tenías que sobrepasar, porque llegará un día en que te darás cuenta de que estás harta, y ABURRIDA.

Y eso es lo que me pasa a mí, y lo que creo que le pasó a mi amiga Sara. Cada día se quedaba cien horas y media en la Facultad "fent feina" (com diu ella), y yo le preguntaba: "Tia, però feina de què?", y ella pues se inventaba cosas para hacer, hasta que explotó.

Y viendo como ella explotaba yo me planteé mi vida, y también me di cuenta de lo rutinaria que se había vuelto en poquito tiempo. Sí que es cierto que mi estilo de vida ha ido cambiando cada vez más, no hago lo mismo ni de la misma forma ahora que hace un año, porque yo misma procuro ir cambiando de aires, pero a la que llevo dos meses con el mismo día a día, mi cuerpo dice ¡BASTA!

A día de hoy tengo que estar agradecida de todo lo que la vida me ha dado y me ha permitido hacer. He tenido y tengo la oportunidad de seguir aprendiendo, invirtiendo mi dinero en cosas que realmente me llenan y el día de mañana, espero, me harán mejor persona, pero también muchas veces he necesitado hacer campana un día y no levantarme de la cama. No pegarme el madrugón del siglo sino levantarme a la una sin ningún motivo ni preocupación aparente, ponerme a dormir una tarde de domingo (o mejor y más genial, ¡algún día entre semana! y saltarme alguna que otra obligación/compromiso). 

En definitiva, yo siempre he querido ser una súper bussiness woman con mil cosas en el currículum y millones de ocupaciones diarias pero he acabado dándome cuenta de que mi lado más perro me invade cuando menos me lo espero y me pide porfavor un poquito de margen, de dedicación, de resetear las preocupaciones y darme un buen respiro. 

Ahora que somos jóvenes y tenemos la oportunidad de faltar a un sitio sin tener que recibir un escarmiento, de pasar por alto pequeñas cosas y de saltarnos las normas de vez en cuando creo que lo más inteligente es hacerlo: respirar y reiniciar, respirar y reiniciar... Y atrevernos a ser grandes, sabiendo el esfuerzo que eso implica, pero permitiéndonos un poco de rebeldía e irresponsabilidad de vez en cuando.


Clara Esparza
T'ho dedico Sara, per ensenyar-me la teva part més humana.
I, de pas, també li dedico a l'aranya de la Facultat :)





16.01.2014


SOBRE EL MUNDO


"Hasta aquí he llegado, esto no me hace feliz" 


Vivimos en un mundo en el que es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.

ALBERT EINSTEIN

No me había dado cuenta de la sabiduría que contiene esta frase hasta hace poco más de media hora.

Estaba reflexionando, no sé a santo de qué, porqué ni sobre qué exactamente, pero me ha venido a la cabeza esta frase y he pensado: Qué realidad.

Siempre hablo de prejuicios, los que habéis leído más de un post mío seguramente os habréis percatado, ¡PAREZCO UNA OBSESA DE LOS PREJUICIOS! Los critico por lo menos una vez al día y, si pudiera, los fusilaba. Nos limitan tantísimo... Nos hacen ineptos, tontos, incompetentes y personas que seguimos al prójimo para no quedarnos solos en la lucha por nuestros ideales (y eso, los que tenemos ideales, porque los hay que no los tienen). En cosas tan básicas como el sexo, el amor, las relaciones... hacemos lo que dicen las masas, porque no somos capaces de hacer lo que nos dicta el corazón. Y si seguimos lo que nos dicta el corazón, acabamos siendo juzgados.

Y hoy os quería hablar sobre el fracaso. ¿Qué es fracaso en una relación? ¿En una vida? ¿En un camino que seguimos todos? ¿Qué es el fracaso en nuestros objetivos?

Hoy en día - creo que esto está cambiado gracias a Dios - que una relación amorosa acabe se considera un fracaso, más que una lástima. Cuando era pequeña y tube mi primera relación, al mes y medio me di cuenta de que no quería seguir con ello, y estube a punto de aguantar tres meses más al lado esa persona con tal de no tener que decirle a la gente que lo había dejado al mes y medio de empezar con la relación.Os juro que me lo planteé. Vaya tontería, ¿eh? Pues esto aún existe, sí, en miles de relaciones, y no relaciones que empiezan cuando tienes 14 años, sino relaciones ya maduras, donde las dos personas han pasado por suficientes experiencias como para aprender lo que les conviene y lo que no. ¿Y porqué cuando descubrimos que algo no nos conviene nos cuesta tanto dejarlo?

Son convenciones, como el hecho de ser soltero, ¡qué desgracia! Y realmente no nos damos cuenta de que la vida en sí misma es seguir nuestros instintos, lo que nos hace feliz, LO QUE NOS DÉ LA GANA DE HACER.

He llegado a un punto en mi vida en que he acabado admirando a las personas que saben sacar de su vida lo que no les conviene. Las que saben romper una relación con la que han crecido, las que saben decir: "Hasta aquí he llegado, esto no me hace feliz." Admiro más a esas personas que no las que siguen aguantando aquello que no les hace feliz solamente "por amor" (¿amor? eso no es amor, eso es dependencia, apego, ¡miedo!). Deberían habernos enseñado eso también en el colegio, dejarse de tanta religión y enseñarnos a vivir, como dios manda. De este modo muchas personas no estarían inmersas en relaciones infelices, en trabajos que no les gustan y en familias que les agotan más que aportarles felicidad.

Ojalá yo no pudiera sentir ese miedo, ese pavor, a sacar de mi vida aquello que me ha acompañado durante tanto tiempo, pero que ahora sé que solamente me hace daño. Las personas, los hábitos, los recuerdos... Ojalá fuera tan valiente para tomar estas decisiones igual que tomo otras en mi vida. Ojalá pudiera hacerle ver al mundo entero que tu felicidad eres tú, y que no está al lado de nadie ni en el mejor paraíso del mundo, sino que con quien debes ser realmente feliz es contigo misma, aunque estés sola, viviendo debajo de un puente y sin un duro. Hay que saber apartar lo que no nos hace feliz, y entregarse al máximo con aquello que nos hace la vida más amena y maravillosa, sin miedo a nada, porque el miedo no existe. El miedo también son decisiones. 

Es por eso que quiero abrir una veda (no sé si se dice así...). Y plantear, ¿qué es un fracaso? Aquello que nos han enseñado que lo es. Pero, ¿si nosotros nos sentimos unos triunfadores, quién coño decide que yo he fracasado en ello? Para mí un fracaso es no saber amar, suspender un examen, decepcionar a una persona que lo ha dado todo por mí... Para otros es una ruptura, una dimisión, un abrazo mal dado, un tener menos dinero que el otro... La naturaleza nos ha hecho personas con criterio para poder tomar decisiones, y con sentimientos para tomar las que más felices nos hagan. El problema es que el mundo ha decidido por nosotros cuáles son las que más nos convienen, y cuáles son las que nos convierten en unos fracasados. 

No olvidemos que el amor es aquello que nos llena, nos hace grandes. Que la primera persona a la que tenemos que complacer es a nosotros mismos, y no al resto del mundo. Y que, en definitiva, HAY QUE PASARSE LOS PREJUICIOS POR EL CULO.

"Si el corazón se aburre de querer para qué sirve"
Mario Benedetti

Clara Esparza



04.01.2013


SOBRE EL MUNDO

Por Murphy

Señoras y señores, Murphy existe. Sí, sí, el de las leyes optimistas. Y seguramente el hombre deba estar experimentando conmigo allá donde esté, porque en estos dos últimos meses he vivenciado una serie de sucesos ¿paranormales? relacionados con el ámbito laboral que han acabado provocando que crea que realmente la suerte en este sentido no me acompaña.

Después de pasarme tres meses repartiendo currículums allá por donde iba y inscribiéndome a cien mil ofertas de trabajo diarias, todos los comercios, empresas, establecimientos, negocios... se decidieron a llamarme el mismo día, ofreciéndome horarios nada compatibles con mi fabulosa y ajetreada vida o proponiéndome empezar a trabajar a partir de enero. Obviamente, con Erasmus y varios proyectos más por delante me es totalmente improductivo trabajar a partir de enero, puesto que a partir del día 28 ya no estoy en Barcelona, ¿es que en mi disponibilidad no ponía clarito: CAMPAÑA DE NAVIDAD? ¿Qué más quieren?

Durante los días 18 y 19 de diciembre me llamaron de Zara, de Belros, de Gas Natural (??¿¿? Sí, yo tampoco lo entiendo) e hice entrevista en Hollister. Todas me ofrecieron lo mismo, nada compatible con todo lo que ahora se me viene encima...


En fin. Ayer ya fue el súmum de la cuestión.  Recibí un mail diciéndome que me ofrecían trabajo para fines de semana y festivos como cajera en mi tienda de decoración preferida, en mi mismo pueblo. ¿Qué os parece? Maravilloso, suena fantástico. Así que fui a la entrevista (preparada para decirles: "mi problema es que este mes me marcho, si me hubierais llamado antes otro gallo cantaría ;)"), y todo perfecto: "Das el perfil, te cojemos, necesitan a una chica para los fines de semana". Una pena que les tuviera que decir que no, que llevaba medio curso dejando por ahí currículums y esperando llamadas y que ahora, justo ahora, es cuando desearía que nadie quisiera contratarme.

Menos mal que me lo tomo a cachondeo, porque realmente he llegado a estar desesperada. Saber que necesitas dinero, que podrías sacar el tiempo para trabajar y ganártelo por ti misma, y no vivir para nada más que para repartir currículums, para que te llamen cuando ya no puedes, que no es que no lo necesites no... es que NO PUEDES.

Me quedaré con lo bueno de la cuestión, que seguro que a Murphy le jode mucho, podrían no haberme llamado de ningún sitio, podrían no haberse interesado por mi perfil, ¿no? Eso sí, otro día, que se interesen antes, gracias. Que no hay nada peor que te pongan el caramelo en la boca y tú misma tengas que escupirlo.




Clara Esparza




31.12.2013


SOBRE 2013

2013 y otros motivos para ser feliz

Último día del año. Y no podía faltar una entrada para ¿celebrarlo? ¿recordarlo? o...¿hacer un recopilatorio de los mejores momentos de mi año? ¡Qué más da! 

Este año he perdido a personas, y luego las he recuperado. He aprendido a estar acompañada y rodeada de gente, pero de repente también me he encontrado sola, y he sabido vivir con ello. He experimentado una de las evoluciones más grandes a nivel personal conmigo misma, y estoy orgullosa de lo que he hallado dentro de mí. 

Me han fallado personas (esto siempre se dice, pero siempre es verdad) y otras me han demostrado más de lo que jamás creí que me podrían demostrar. He conocido la peor parte de mucha gente, y a la vez muchas personas me han dado lo mejor de ellos y han estado conmigo cuando realmente lo necesitaba.

He conocido la maldad y la envidia y a la vez también yo he envidiado y he sido mala, pero he aprendido. He aprendido a ser más inteligente, a decir las cosas, a no aguantarme, a no enfadarme si no hace falta, y a enfadarme cuando debo hacerlo.

He suspendido un examen después de años sin suspender ninguno (e aquí mas fabulosas navidades estudiando...), y he sentido la frustración que hacía años que no sentía por no poder llegar a dar más de mí.

Me han dado noticias maravillosas y oportunidades enormes. 

He visto con mis propios ojos cómo las personas pueden cambiar, para bien o para mal, y he comprobado cómo alguien puede ser capaz de adaptarse a tu estilo de vida cuando eso no hace mucho era prácticamente impensable.

Y miles de fanfarronerías así que todo el mundo dice siepre. Pero lo importante es lo que soy ahora, que seguramente mañana ya no lo seré, porque he decidido no acordarme del ayer, ni pensar en el mañana, sino vivir el ahora. Agradecer a todas las personas que por una cosa o por otra este año me han aportado algo y me han enseñado, que no son pocas. Seguir siendo una gran GUARRA, de esas que tan mal caen al mundo, y seguir estando orgullosa de la gente que me acepta por lo que soy, aunque critique a Miley Cyrus jajajajaja ;)


¡Feliz año nuevo a todos!



Clara Esparza
DEDICADO A LAS PERSONAS QUE HAN DECIDIDO SEGUIR EN MI VIDA :)





22.12.2013


SOBRE ACTUALIDAD

Por las decisiones que nos pertenecen

Indignada, incomprendida, decepcionada... no lo sé. Pero mal, muy mal me sienta la nueva reforma de la Ley del Aborto. No sé si como mujer o como ser humano, pero me duele.

Hay cosas que no son justas, y nuestro país nunca ha sido justo con nosotras, las mujeres. Pero pensábamos que eso ya se estaba superando... Esta ley demuestra como nuestro propio país (en el que yo no me siento para nada integrada ni arraigada, ya lo he dicho muchas veces) nos abandona a la deriva cuando cree que sus "principios" están por encima de todo. Pero, por dios, ¿qué principios? Estudiantes que quedan desamparados y abandonados de su país en el extranjero y que lo único que quieren es completar su formación académica; personas, ciudadanos de derecho desahuciados de sus casas; indignados a los que se les calla la boca por la fuerza; ataques porque sí y comparaciones del sentimiento nacionalista con el nazismo. ¿A dónde hemos llegado? 

Pero esta reforma de la Ley del Aborto, esto ya es lo último. 

Como mujeres nos ha costado luchar desde el momento de nuestra creación. Para hacernos un lugar en el ámbito laboral, para poder participar de una "democracia", para poder tener los mismos derechos y los mismos sueldos que los hombres, para no ser vistas como raras si no nos casamos... Para todo, para respirar, para dormir, para poder sobrevivir igual que los hombres hemos tardado AÑOS, esfuerzos y lucha.

Y ahora llegan cuatro listos al poder, y nos hacen retroceder 30 años.

Decía que me siento incomprendida como mujer, porque siento que si ahora me quedo embarazada y me dicen que mi bebé va a ser discapacitado mental, voy a tener que traerlo al mundo aunque eso me cueste mi sufrimiento y el suyo. 

¿Qué nos quieren decir con eso de que podremos abortar "siempre que exista un riesgo físico o psíquico para la mujer"? ¿Qué es para ellos un riesgo psíquico?

No sé. Cada uno es libre de elegir, y cada mujer sabe lo que quiere y o quiere traer al mundo. Y lo peor es que ésta no decide sobre ella, sino sobre otra persona que todavía no tiene capacidad para decir "quiero" o "no quiero".

Hay que replantearse la vida, el mundo, y cómo estamos dejando que organicen nuestras vidas. Cada vez nos privan de más decisiones, de más DERECHOS. Y yo no quiero volver a la época franquista, por favor, mi abuela sufrió mucho.

Desde aquí me manifiesto completamente en contra de la nueva reforma de la Ley del Aborto, y les deseo que no se vean nunca ellos en la situación que se han tenido que ver muchas mujeres, quienes han sufrido, SÍ, muchos traumas psicológicos por lo que una decisión de este tipo supone. Que no nos lo pongan más difícil. No se trata de que nos salven de "un peligro vital", sino de que nos faciliten el derecho a DECIDIR lo que queremos para nuestras vidas. Un bebé no es un muñeco, es una persona, y nosotras también lo somos.


Madrid. Puerta del Sol. 2012


Clara Esparza
"A todas las mujeres que silenciosamente han construido la historia"








05.12.2013


SOBRE NOSOTRAS

Sobre el principismo

"Cuando los hombres llevan a cabo alguna hazaña se considera romántico. Cuando las mujeres lo hacen, es desesperado o psicótico."

CARRIE BRADSHAW

Ayer descubrí unas cuantas frases más que no conocía de la protagonista de Sex and the City, siempre os hablo de ella, la magnífica Carrie Bradshaw: elegante, que no digo guapa sino elegante, fashion victim, romántica, indecisa, glamurosa, amiga de sus amigas, escritora, treinteañera y, sobretodo, soltera.

Ella, sus amigas y la idílica ciudad neoyorkina nos han enseñado a muchxs una serie de valores que todavía hasta día de hoy no nos habíamos planteado muchas personas, como que la soltería no es mala, es más, es buena, y lo han hecho con lecciones como ésta:

"Antes soltera significaba que nadie te quería ahora quiere decir que eres guapa, sexy y que estás perdiendo el tiempo decidiendo cómo quieres que sea tu vida y con quien quieres compartirla."

CARRIE BRADSHAW

Pero, volviendo a la frase del principio. Me siento inspirada para hacer una reflexión sobre lo que "llevar a cabo una hazaña" significa en un contexto como el actual. Siempre he sido muy crítica con los cuentos de hadas, los he odiado desde el primer momento en que me di cuenta de que cada chico que entraba en mi vida tenía la obligación de ser lo más parecido a un príncipe azul, de esos que te vienen a picar a tu casa a la una de la madrugada con una botella de cava y un ramo de cien mil rosas ("una por cada minuto que llevas enamorándome"- te diría él entre besos). De esos que cuando os peleáis se tumba en su cama mirando el techo y acaba cojiendo el teléfono para llamarte y decirte: "déjalo todo y fúgate conmigo". De esos que te lleva a París para pedirte matrimonio (espero que ninguno lo haga, aún. jajajaja). De esos que en los cuentos te pintan tan bien, y que tú acabas adaptando al siglo XXI, substituyendo el caballo por un coche, la corona por un traje de corbata a lo Christian Grey y las cartas de amor por una conversación de WhatsApp. Odio eso. Es más, diré algo, YO he acabado ejerciendo el "papel" de príncipe azul, sin ir más lejos.

Porque sí que yo he llamado a la persona que quiero a las tantas de la madrugada cuando nos hemos discutido, sí le he llevado a París (no para pedirle matrimonio, pero sí por amor) y sí le he pedido más d euna vez que se fugara conmigo. ¿Loca, desesperada o romántica? Pues en fin, las tres cosas.

En mis relaciones he llegado más de una vez al límite de la desesperación por demostrar que puedo ser la chica que esperan de mí, es más, que SOY MUCHO MÁS, sí, lo admito. También me he enamorado hasta las trancas y ha salido de mí mi vena más Carrie.

"Estoy buscando amor. Amor de verdad. Ridículo, incoveniente, agotador, de la clase sin la que no puedes vivir. Ese amor."

CARRIE BRADSHAW

Ése es el tipo de amor que yo he sentido y que siempre he querido que acabe formando parte de mi vida y, de hecho, a pesar de todo lo que he sufrido por culpa de idealizar el amor de esa manera, sigo buscando eso para compartir el resto de mis días.

Nos hemos equivocado creyendo que existe una diferenciación entre género de quién debe y quién no debe hacer locuras por amor, de quién debe entregarse más, hasta el extremo de ridiculizarse. Nada es ridículo en el amor, y nadie se ridiculiza cuando existen dos personas que saben amar. De lo que la serie nos describe a través de Carrie como "llevar a cabo hazañas", muchxs de nosotrxs lo interpretamos como: "demostrar nuestro amor". Otrxs lo ven como "rebajarse" y otrxs como "estar desesperadx". Yo no sé lo que será, pero repito que da igual quién lo haga, lo importante es que unx se sienta bien al hacerlo, y siempre recompensadx. 

Yo mientras sigo defendiendo mi teoría de que los estereotipos han hecho mucho daño: que si estar solterx es una desgracia, y que si ellos son los que deben aparecer en nuestro balcón con mariachis para demostrarnos su amor. He visto personas que nunca demuestran su amor de esta manera, y que por eso no aman menos que los demás. También he visto hombres que quieren seguir esos estereotipos y cuentos de hadas, y te llevan a una suite el día de tu cumpleaños, con yacuzzi, velas, cava y bombones. Pero también a la vez me he sentido con la necesidad de recompensar esas cosas, y ya no he vuelto a esperar más de lo que yo doy. Antes sí, antes esperaba grandes demostraciones de amor, como en las películas, pero un día aprendí a darle la vuelta, y a ser yo quién lo hace todo por amor, y hasta hoy tampoco me ha ido tan mal.

Tenemos que empezar a cambiar los cuentos, ya lo dije una vez, y homogeneizarnos más. Que si luchamos contra el machismo y contra el pensamiento generalizado de que las mujeres tienen que estar en casa limpiando, por ejemplo, también tenemos que luchar contra esas tonterías de moralejas del tipo: "tú enfádate cuanto quieras que él vendrá a buscarte" o "los regalos bonitos los hace él, que es el chico".



Clara Esparza







25.10.2013
MICROREFLEXIONES

20 cosas que hacer para vivir rápido


1. Salir a la calle con un abrigo, y nada más (debajo)



2. Ir a conocer a la familia de tu novio sin ropa interior



3. Escaparte por amor



4. Serte infiel a ti misma



5. Hacer un viaje en solitario

(Mi amiga Sara, viajera y soñadora)

6. Hacer un sinpa



7. Hacerte una sesión de fotos desnud@



8. Cortarte y teñirte la melena que te ha costado años conseguir



9. Tatuarte con alguien



10. Convivir con indígenas



11. Ir a París, de compras



12. Ir a París, a enamorarte 



13. Correr, bailar bajo la lluvia


14. Hacer el amor en el capó del coche una noche de estrellas. O bien esto:



15. Hacer una ruta mochilera



16. Besar a un desconocido



17. Regalarte flores



18. Hacer algo (lo que sea) sin permiso



19. Enrollarte con alguien de tu mismo sexo





VÍVELO TODO.

Clara Esparza
Fotografías extraídas de Google y de yofollecontigo.com




22.10.2013
MICROREFLEXIONES


Sobre el amor no egoísta

Todo el mundo necesita que corrijan sus errores.
Todo el mundo necesita una mano para agarrarse.
Todo el mundo necesita saber que hay alguien ahí que nunca le abandonará.
Todo el mundo quiere que le abracen cuando llora.
Que haya alguien que se alegre de la misma manera que tú de tus buenas noticias.
Todo el mundo se siente incompleto, hasta que encuentra el amor.
Todo el mundo sufre decepciones.
Y todo el mundo entierra a alguien alguna vez en su vida.
Todo el mundo es enterrado.
Todo el mundo quiere ser algo.
Queriendo o sin querer.

Todos necesitamos cambiar a alguien.
Nos da rabia su manera de ser.
Nos da rabia que no nos amen.
Competimos.
Envidiamos.

Todos somos malos.
Y todos somos buenos.
Todos queremos acaparar el amor de una persona para nosotros solos.
A todos nos cuesta compartir.

Quiero que me ayudes a corregir mis defectos.
Pero no me obligues.

Quiero tu mano para agarrarme.
Pero ahora y siempre.

Quiero que siempre estés ahí.
No me abandones.
Ni en lo peor de lo peor.

Quiero que me abraces cuando llore.
Sobretodo si eres tú el que lo ha hecho.
Lo sé, quién bien te quiere, te hará llorar.
Pero quiéreme durante.
Y abrázame después.

Quiero que te alegres de mis buenas noticias.
Incluso si se trata de abandonarte por un tiempo.

Quiero que seas mi mitad.

Que me decepciones.
Pero solo un ratito.

Quiero enterrar a todo el mundo.
Menos a ti.
Que seas inmortal.

Quiero que me entierren.
Contigo.

Quiero ser grande.
Y quiero que estés para verlo.
Queriendo o sin querer.

Yo no te cambiaré.
Aceptaré tu manera de ser.

Sentiré tristeza el día que no me ames.
Pero nunca rabia.

No competiré por tu amor.
Porque el amor no se gana.
Ni se pierde.
El amor no entiende de luchas.

No envidiaré nada ni nadie.
Porque sentirte es lo más grande.

Seré mala.
Y seré buena.
Dependerá de cómo tú seas conmigo.

Te compartiré.
Porque las personas como tú no se pueden acaparar.
Porque el resto del mundo no se puede perder lo maravilloso que eres.




Clara Esparza
Para los que saben amar.
Incondicionalmente.
Y para los que no saben, pero están aprendiendo.






20.10.2013
SOBRE EL MUNDO


 El feminismo del siglo XXI

El otro día vi lo más parecido a la Sección Femenina que había visto desde el día en que tuve uso de razón por primera vez. 

El principal impulsor, el canal televisivo Divinty, caracterizado por ser un canal de programación específica dirigido especialmente para el público femenino. El programa, Cazamariposas, lo más cercano a un adoctrinamiento sobre "cómo ser la más maravillosa y perfecta de las mujeres, aunque eso requiera imitar a las celebrities, gastarte una millonada en ropa o obsesionarte por el espejo".

No me sorprendió demasiado, porque este tipo de temáticas ya las podemos ver en revistas - frívolas - como Glamour, Cosmopolitan o Vogue España. Revistas que van de feministas y que - seamos honestos- yo misma también compro, pero que no son para nada "educativas", en el sentido de fomentar la visión crítica sobre el mundo de la moda (muy superficial, todos lo sabemos), y mucho menos son feministas. Porque no, no piensan en la mujer, sino que contribuyen a la creación de complejos, de estereotipos y a la idealización de aquello que es bello y atractivo que es, precisamente, lo que sale en las fotografías: Chicas guapas, atractivas, bien vestidas y, sobretodo, delgadas.

De hecho, mi interés por este programa vino precisamente a raíz de una publicación en Instagram que vi por parte de la blogger de moda y colaboradora del programa Aida Domenech (más comúnmente conocida como Dulceida), en la que puso algo así como: 

Hoy he salido a la calle con Cazamariposas para saber vuestra opinion sobre algunos temas de moda! El sábado a las 14.00h en Divinity ! ¿Vosotros qué creeis, hay que estar delgado para lucir bien la ropa?"

Y ésa era la pregunta que la "reportera" iba haciendo por la calle a las personas que pasaban. A lo que muchos respondían que SÍ (normal, si no estás delgada, por muy bien que te quede la ropa, nunca te mirarán igual, porque estar gorda no entra dentro de los cánones de belleza de nuestro país).

Seguida de esta pregunta la blogger lanzaba otras como: "¿Cuál es tu diseñador preferido?" A lo que la mayoría de las chicas no sabían qué responder, y hablaban de marcas como Channel o Inditex (Zara, Bershka, Stradivarius, etc). Ella no. Para ella sus diseñadores preferidos tienen nombres impronunciables y cifras cargadas de ceros, pero eso solamente lo puede decir ella, no creo que muchas de las transeúntes que pasean por las calles de Barcelona puedan hablar de diseñadores de gran prestigio.

El programa está repleto de consejos del tipo: dieta para estar más delgada o cómo vestir como una celebrity. Además de las diferentes secciones en las que se ponen ejemplos de cómo ser así o asá, qué es lo que mejor queda en una mujer. En este programa concreto, que corresponde al del sábado pasado, hablaron sobre las mujeres de las futbolistas, denominadas "las WAGS", y seguidamente daban consejos para vestir como ellas y ser igual de elegantes (vestido de Mango de 100 euros, para ir de cóctel; conjunto de Zara de 89 euros, para pasear a tu chiuaua,...). Vergonzoso.

Me encanta la ropa, muchos lo sabréis. Me encanta la gente guapa, la elegancia, el estilo a la hora de vestir, la moda, vestirme para cada ocasión y que la moda también sea un arte, así como que haya gente que se dedique a ello. Pero, porfavor, la moda es para todos. Para los gordos, los flacos, los guapos y los feos. No idealicemos personas por su físico o su manera de vestir, ni tampoco por con quién están saliendo. Yo no me quiero parecer a Sara Carbonero porque sea periodista, salga en la tele y esté con un futbolista. Alomejor si me conociera, sería ella la que querría parecerse a mí.

Y, porfavor, sobran las preguntas del tipo "¿Hay que estar delgada para que te quede bien la ropa?" porque, obviamente, aunquese trate de una pregunta, y lleve un interrogante incorporado, hay las posibles respuestas son dos: "Sí, hay que estarlo" o "No, para nada". No demos opción a la una o la otra.

Lo peor de todo esto fue ver que realmente, después de sembrar esa duda que tanto ofende (y más si sufres algún complejo con tu cuerpo, que no es poca la gente que tiene ese problema), muchas personas confirmaban la teoría de que el canon de belleza es la delgadez a través de sus comentarios en el perfil de esta chica. Mi reflexión en ese momento fue, ¿cómo me sentiría yo si tuviera algún problema con mi cuerpo? ¿Si me sintiera gorda? ¿O si padeciera algún trastorno de alimentación? 

Preguntároslo vosotros mismos. A lo mejor muchas personas se sienten motivadas por este tipo de programas, una pena, la verdad. Yo personalmente adoro parte de la programación de Divinity, los realitiy show, las series, etc. Pero esto NO es entretenimiento, esto es maleducar, contribuir a la formación de complejos y ansiedades entre las personas que no entran dentro de lo que medios como éste consideran "atractivo". 

Os dejo el vídeo para que veáis el programa:




Aprovecho este post para concienciar sobre el problema cada vez más presente también entre los hombres y los chicos jóvenes. Muchos se acomplejan también por culpa de estos estereotipos y sufren trastornos alimenticios, o se obsesionan por el deporte y los gimnasios, generándoles esto un problema también a nivel social y de autoestima. Mi compi Judit habló de ello en su blog, muy interesante.



Clara Esparza





26.09.2013


SOBRE MÍ


11 preguntas sobre mí

Mi compi y amiga Noemí Casquet (de De todo y Nada) me he elegido para responder a una serie de preguntas para que me podáis conocer un poquito más. Desde SexOpuestos su blog ha sido premiado con un Liebster Award: discover new blogs, unos premios que se entregan entre bloggers com el objetivo de descubrir nuevas promesas en el mundo de la blogosfera. Desde aquí felicito a esta profesional de la materia porque desde luego tiene que ser un honor para ella haber recibido este reconocimiento. Personalmente considero que estos premios son una muy buena iniciativa para dar a conocer los nuevos blogs emergentes a los que nos cuesta tanto hacernos un huequecito entre los bloggers más reconocidos, espero poder llegar yo también algún día a recibir un reconocimiento de estas características :)

Os dejo con la mini - entrevista:

1. ¿Por qué decidiste empezar con un blog?
Creo que no hay nada más adecuado para una futura periodista que empezar pasito a pasito y, en este caso, con las nuevas plataformas cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana. En los últimos años los blogs - y los bloggers también- han conseguido hacerse un hueco como un medio de comunicación más donde las personas opinan, comentan, debaten y hablan sobre temas muy diversos sin ser censurados ni oprimidos. 
Me encanta opinar, y sobretodo escribir, así que lo vi como una buena opción para empezar a aprender a prefeccionar ambas cosas.
2. ¿Cuál es el objetivo de tu blog?
Hacer que la gente me conozca, pero sobretodo conocerme a mí misma. Poder expresar mis ideas y opiniones de la manera que mejor lo sé hacer y sobretodo tener influencia sobre las personas que me siguen, para que éstas puedan también opinar - sea a favor, o en contra- y criticar mi trabajo.
Sobretodo se trata de un blog con el que quiero aprender sobre mi futura profesión pero también me gustaría, poco a poco, convertirlo en algo serio y más limitado con lo que poder hacerme un hueco en el mundo profesional. Poco a poco.
3. Define tu espacio virtual en 1 palabra
Ambicioso.
4. ¿Qué ha sido lo más difícil de empezar con un blog?
Definirme y limitarme en una temática concreta. De hecho, aún no lo he hecho.
5. ¿Y lo más fácil? 
Empezar. Tenía muchas ganas e ilusión.
6. ¿Cómo te inspiras para escribir?
Con los temas que a mí realmente me hacen sentir. Ya sea indignación, satisfacción, orgullo... Un día me levanto, veo algo, me enfado con alguien, leo un libro, veo una película, lloro o río y pienso: sobre esto tengo que escribir. También me inspiro mucho cuando estoy triste o siento rabia, el blog me sirve mucho como desahogo, y también como terapia para reflexionar. Es para mí casi como una meditación.
7. ¿Quién hay detrás?
Una persona con miles de proyectos y, sobretodo, muchos sueños. Que sabe lo difícil que es opinar sobre algo, porque no se considera para nada radical. Que sabe que la verdad no existe y, por tanto, tampoco la objetividad (por eso me es tan difícil opinar), y que le pone pasión y amor a todo lo que hace. Soy muy intensa.
8. ¿Siempre has tenido debilidad por la temática de tu blog?
Siempre he tenido debilidad por la vida en sí, así que supongo que la respuesta es "sí".
9. La entrada que más te gusta de tu blog
El día que hablé sobre el Síndrome PAS. Me encontraba en una época de mi vida en la que acababa de salir de una ruptura y no conseguía ser del todo feliz, así que me inspiré mucho en un artículo que leí y fui capaz de sacar conclusiones que, si no hubiera hecho mi propia reflexión, no habría llegado a hacer nunca. Me sirvió mucho como terapia.
10. ¿Planes de futuro?
Uf, ¿ser feliz? La verdad es que nunca me he atrevido a hacer planes de futuro porque luego la vida siempre te da todo lo contrario, jajaja. Como diría John Lennon: "La vida es eso que te pasa mientras tú te empeñas en hacer otros planes". Pero, como buena periodista a la que le gusta que siempre le contesten las preguntas en las entrevistas, tendré que dar una respuesta, ¿no? Supongo que a lo que más anhelo es a acabar en televisión, dando información seria o como corresponsal. También me encantaría viajar, de hecho eso sí que tengo clarísimo que lo haré, y ya el súmum sería dedicarme a ello: Periodismo de Viajes.
11. Un secreto para ser feliz
Para mí, hacer siempre lo que te pida el corazón. No pensar en el dinero, en la presión social, en no decepcionar a los demás. En definitiva, hacer lo que te de la gana.
Clara Esparza


06.09.2013


SOBRE EL MUNDO


Lo incorrecto no existe, son los padres

Qué fácil sería el mundo sin etiquetas.

Qué fácil sería sin prejuicios.

Qué fácil sería sin los "en mis tiempos...", o "cuando yo era joven...".

Qué fácil sería el mundo si no comparásemos tanto.

Sin los mentirosos, los infieles, los egoístas, los llorones. Qué fácil sería el mundo si todos pasásemos un poquito de todo, y de todos.

Yo, principal defensora de la diversidad, de divertirnos con todo, con lo bueno y con lo malo, y de aceptarlo todo, hoy me cago en todas las personas que no se parecen en nada a mí o no son capaces de ver a través de mis ojos.

No sé cuando empezó todo, solo sé que un día decidí hacer lo que me diera la gana y pasar de todo. Decidí que quería vivir yo sola y que los consejos y las críticas tampoco servían para mucho. Comprendí que se aprende equivocándose y que el dolor es pasajero, porque detrás de este siempre viene una lección.

He pasado mil noches de mi vida llorando por personas que me han roto el corazón, sintiendo impotencia por no haber podido afrontar una situación difícil, porque alguna discusión se me haya ido de las manos alguna vez. Mil veces me he arrepentido de haber abierto la boca, de haber dicho algo que no tocaba, o de haber empleado maneras que no son las más correctas.

Muchas personas me han dicho a lo largo de mi vida que soy muy soberbia, y que seguramente algún día tendré problemas por eso. Con muchas otras nunca he sido capaz de sacar los cojones, y lo he pagado con quién no debía hacerlo. Me he equivocado tantas veces, que siento que ya he vivido todo lo que tenía que vivir. Pero lo cierto es que todo han sido aprendizajes, y que mi vida realmente aún no ha empezado.

Siempre he vivido como en un sueño, en una nube. A lo largo de mi vida en muchos momentos he pensado lo genial que sería que alguien estuviera grabando mi vida, y poder yo después tener un video con los mejores momentos. Alomejor es por eso que me ha costado siempre entender, y que me entiendan. No comprendo, en muchas ocasiones, el porqué de un NO. ¿Por qué negarme a dar segundas oportunidades? ¿Por qué no aceptar un perdón? ¿Por qué no pedir disculpas y que todo quede como si nada hubiera pasado? ¿Por qué las personas se empeñan en poner un NO siempre?

Hay cosas de mi vida que solamente las sé yo, y que nunca las compartiría con nadie, a pesar de ser una persona muy transparente, muchas veces por el miedo al NO. A veces actúo sabiendo que estoy haciendo algo incorrecto, pero la felicidad que siento en ese momento no es comparable a nada en el mundo, y en ese momento no logro entender porqué eso es tan malo. Mi cabeza en momentos así siempre piensa: ¿Cómo puede ser malo estar haciendo esto con lo feliz que me hace? 

Creo que si me hubiera dejado influenciar más de la cuenta por las personas más cercanas a mí la mitad de las cosas que he hecho nunca las hubiera vivido. Soy de las que piensan que los tiempos cambian, y que cada persona tiene derecho a vivir lo que su corazón le pide. Que hay leyendas personales que no entienden de "correcto" o "incorrecto" y que a veces la felicidad se puede concentrar en un solo instante. No es necesario ser feliz toda la vida, creo que todos deberíamos conformarnos con serlo al menos un minuto.

Ese es, creo, otro gran problema del ser humano: el pensar en que la felicidad es eterna, y que para alcanzarla hay que pasar por muchos sacrificios, mucho sufrimiento, muchos momentos de dolor... Pero entonces, ¿hasta cuándo vas a tener que estar sufriendo? ¿en qué momento habrá llegado tu momento de ser feliz? Creo en el sacrificio, en luchar por algo. Pero no comparto esa manera que tienen de vivir esas personas que están siempre sacrificando su placer, ante otras prioridades como, por ejemplo, el dinero: "Yo nunca salgo a comer fuera, porque es muy caro"- y yo pienso, si te lo puedes permitir, ¿no merece la pena dedicar un día a salir a comer fuera sin pensar en cuánto te va a costar?

Igual me voy muy de sabia, y soy demasiado joven para opinar sobre la felicidad. Pero lo que sí sé es que en mi corta vida las personas me han dado millones de disgustos, me han provocado alguna que otra inseguridad y me han hecho cuestionarme mil veces si estoy o no estoy haciendo lo correcto. Cuando, realmente, no existe lo correcto ni lo incorrecto, sino que eso es una invención nuestra.

Nunca he soportado las prohibiciones, las críticas destructivas, las etiquetas, las jerarquías. Creo en el respeto, en el amor, en los juicios que se hacen después de que algo ocurra, y no antes, en la tolerancia. Creo que todos seríamos más felices si nos dejaran equivocarnos más veces.



Clara Esparza






02.09.2013


SOBRE ESCRIBIR SOBRE ALGO

No se puede vivir en Standby

Cómo se nota que el verano se acaba. Últimamente estoy mucho más inspirada y tengo cada vez más ganas de no moverme de mi casa, de apalancarme a ver series, pelis o lo que sea y no tener ganas de nada ni nadie más... Qué bien se está sola.

Pero hoy comparto mi tarde con mi tarrina gigante de helado de chocolate, mis revistas del mes y mi libro de George Orwell, algo que me invita a reflexionar.

El antetítulo del post expresa todo lo que no puedo expresar: "Sobre escribir sobre algo". ¿Y sobre qué escribo? Y yo qué sé, mi vida ahora mismo es un puto desorden, ¿cómo voy a ordenar mis ideas si no soy capaz de ordenar ni mis propios pensamientos?

Dejarse llevar, "fluir", es mi máxima desde que tengo uso de razón...Pero ¡es tan perjudicial a veces! Hay otros que se guían por el "Carpe Diem", incluso algunos pocos locos se lo tatúan, pero, ¿y el después?

Esto trata sobre las consecuencias de nuestros actos. Pensar en lo que vamos a decir y en si lo que vamos a hacer nos va a traer consecuencias que nos puedan perjudicar, en pocas palabras: Pensar en el futuro. Y yo, como fiel defensora de vivir del presente me dedicaré a convenceros de lo importante que es adaptarse a las nuevas circunstancias, asumir las consecuencias de nuestros actos y ser fieles a nosotros mismos, a la vida que queremos vivir y a perdonarnos todo lo que hemos hecho mal. Hay personas que no saben que lo más difícil no es perdonar al otro, sino a uno mismo.

Alomejor este post es un perdón a mi misma. O un autoconvencimiento de que estoy haciendo las cosas bien. Alomejor es una lista en prosa de mis ideas y mis reflexiones durante este último tiempo, pero lo que está clarísimo es que es un mensaje directo:

Esto va por las personas que han hecho alguna vez cosas dejándose llevar por sus instintos, que se han equivocado y que les ha costado volver a empezar, tomar una decisión, poner punto y final a su situación. Por aquellos que creen o han creído alguna vez que lo perderán todo cuando en realidad les queda todo por ganar. Por los que han sentido miedo por hacer un cambio en su vida, dañar a una persona o ser dañados ellos mismos. 

El miedo no existe, el futuro, tampoco. El pasado es aprendizaje y el presente es la vida. No hay que tener miedo a tomar decisiones, no hay que lamentarse por el pasado y no se puede llorar por que nunca sucedió, o lo que nunca sucederá. Hay que ser valiente y saber que todo te puede salir mal, pero también te puede salir bien. 

Esto va también por las personas que esperan a que haya un cambio en su vida, que las cosas se ordenen solas, que suceda un milagro y que de mientras solamente sueñan despiertos. 

Esto es un mensaje de ánimo para todos aquéllos que no pueden disfrutar de un momento a solas con ellos mismos, comiéndose una tarrina gigante de helado, leyendo las revistas del mes y procurando ordenar su vida de nuevo, porque se han rendido antes de hacerlo. Hay que ser valiente, hay que ser feliz. De hecho, a veces en la vida, para ser feliz, hay que ser valiente.

Soy la primera que muchas veces no sabe lo que hace, que toma decisiones inmaduras, que se deja llevar por los sentidos y luego se arrepiente de la mitad de las cosas. Soy la primera que vuelve a dar segundas y terceras oportunidades, que confía, desconfía, y vuelve a confiar, que se equivoca y tropieza mil veces con la misma piedra y que siempre acaba volviendo a llorar por la misma persona. Pero a veces, compensa, a veces merece la pena no usar la razón, aunque lo cierto sea que todo ser humano llega siempre a un punto de inflexión, en el que tiene que llamar a las puertas de su mente y usar su raciocinio, poner un límite, marcar un punto y poner un final.

Soy la primera que no sabe como vivir, y que sigue improvisando.


No se puede pasar la vida entre andenes.
No se puede vivir soñando con una estrella.
No se puede vivir en Standby.

Clara Esparza






29.08.2013


SOBRE LA VIDA

Sobre aceptar que algo se acaba


Nunca me ha gustado poner punto y final

Esta reflexión nace de la amargante e impotente sensación que te invade cuando te pones a ordenar tu vestidor y te percatas de la cantidad de ropa fabulosa de verano que tienes aún sin estrenar o que no has lucido todo lo que te hubiera gustado durante la época de calorcito. 

Nace también de la asquerosa melancolía que te entra cuando te compras las revistas de moda de cada mes y ves que ya empiezan a hablarte de jerséis, cárdigans y lana. 

Nace también esta reflexión de la felicidad combinada a ratos con aburrimiento que sientes cuando miras por la ventana y está cayendo una tormenta que no te deja salir de casa, cojer la bicicleta, irte a la playa o simplemente salir con ropa de lo más ligerita a la calle. Que provoca el apalancamiento de tus amigos, quiénes de golpe se convierten en hogareños con ganas de invierno, y que te hace caer en la cuenta de que sí, el verano se está acabando (si es que no se ha acabado ya...). Y esto, por mucho que te guste la lluvia, es deprimente créanme.

Y hoy, para acabar dándole el toque adiósveranoholarutina a mi texto, escribo desde mi butaquita con vistas a los vecinos ingleses buenorros de enfrente de mi piso de Barcelona. Desde el rincón donde escapo de mi rutina universitaria cada invierno mientras fuera llueve y se hace de noche a las seis de la tarde de un día cualquiera. Mientras yo soy muy feliz.

Me he venido de visita a la gran ciudad y ya estoy deseando marcharme a mi pueblecito con playa, mis humildes amigos que te llaman a última hora del día, así de imprevisto, y te obligan a salir a la calle aunque sea con la ropa más tirada que encuentres en el armario. Ya estoy deseando cojer mi bici e irme a la playa aunque sea a estar tirada horas y horas en la arena, o tomándome una clara en el chiringuito, o sentada en un banco de la calle a las tres de la mañana o yo qué sé... 

Es el problema de ser feliz y saber valorarlo todo tal y como te viene. Cuando empezó el verano sentí que aún necesitaba un mes más de rutina. Las horas de biblioteca, los días enteros en la Universidad con tus amigas, las fiestas universitarias, la vida en la gran ciudad (tiendas, fiestas en las que no hace falta ir arreglada porque acabas destrozada, librerías de tres pisos, Starbucks...) no quería dejar esto atrás todavía, era demasiado feliz. 

Es extraño, porque cuando era pequeña me encantaba pensar en el invierno cuando era verano, y en el verano cuando era invierno, pero ahora creo que he aprendido a disfrutarlo todo mucho más. A ser feliz aburriéndome tanto que tengo tiempo de echarme una siesta (y eso que yo no sabía como hacerlo, eso de dormir durante el día), pero también a ser feliz cuando no tienes tiempo ni para dormir por las noches porque estás estudiando hasta las tantas de la madrugada. Supongo que la clave es, como dice mi Jen, "ser feliz en cada etapa", y yo le añado: "pero sin prisas y sin estancarte". Saber ver que todo lo que viene es positivo, pero sin anticparte, es decir, no tener ganas de invierno cuando estás a mitad de junio. Así como también aceptar que ahora va a hacer frío, que tienes que guardar la ropa de verano para el año que viene y olvidarte de la playa unos mesecitos.

Mi refexión nace de lo que me va a costar superar que lo bueno se acaba para aceptar del todo que lo mejor está por venir. Concluyo con la necesidad de, como digo siempre, vivir el ahora. ¿Que hoy llueve? Pues es verano aún, bañémonos en el mar, que si llueve es más divertido. ¿Que hoy hace sol? Pues aprovechemos para ponernos morenas. Es cierto que todo tiene su lado positivo y que las cosas tienen la intensidad que nosotros le queremos dar

Así que, desde aquí, os animo a pasar estos últimos días de verano de la mejor manera posible, haciendo lo hecho y lo que queda por hacer, viviendo intensamente y disfrutando de cada segundo de sol, de cada minuto más que podemos atrasar el despertador, de cada cerveza a la luz de la luna y de cada noche bajo las estrellas. ¡Feliz final de verano!



Clara Esparza








31.07.2013


INSPIRACIÓN

Entre versos

Mi amiga Cris me pasó ayer el enlace de un blog donde, entre otros contenidos, la autora escribe y presenta sus poesías. La verdad es que hacía años que no me paraba a leer poesía y Cristina ya me dijo hace un tiempo que se había acostumbrado a hacerlo últimamente. 

El caso es que echándole un ojo al blog me he quedado fascinada porque no recordaba lo bonito que puede ser expresar en versos sentimientos, sensaciones y experiencias. Os dejo con tres de las que más me han gustado y espero que podáis sentir la misma sensación que he sentido yo al leerlas, una mezcla entre entusiasmo, comprensión, alivio y euforia.



Una coraza

Una coraza sólo sirve
para detener los golpes en la superficie, 
creando hemorragias internas
Así que de repente un día
cuando menos te lo esperas
te levantas vomitando,
agotada, febril y enferma

Una coraza sólo sirve
para que no puedan tocarte
Ni tampoco rasguñarte
Para no sentir.
Así que de repente un día
cuando menos te lo esperas
te despiertas abrumada
y con las manos yertas

Una coraza sólo sirve
para esconder algo precioso
frágil y delicado
 y no compartirlo con nadie
por temor a que se rompa
como si fuera de cristal
Así que francamente,
a esa coraza que oprime
y que anestesia torpemente
no le veo la utilidad



**




Barata

Hay gente barata, asequible
con el corazón siempre en rebajas
despilfarrando "te quieros" y recogiendo migajas
de la mesa de aquellos
que por suerte tienen alma.

Gente gratis, gente ganga,
como una mala exposición de cuadros falsificados
que recorres en cinco minutos
"¡menos mal que no he pagado!"
Se malvenden a cualquiera
porque siempre están de saldo
¡dos por uno, hora feliz
de ocho a dos y de una a cuatro!
aproveche la ocasión!
el tercero de regalo!

Hay amores que son fraudes
baratijas de ocasión
culos, piernas abrefácil
sentimientos del montón
Gente chollo, insustancial
sin mérito ni valor
de dudosa calidad,
de lo malo, lo peor

Busque, compare y si encuentra
algo mejor, ¡cómprelo!


**

Abuso

Nunca sabes con total certeza si lo has superado definitivamente...
A veces te lo preguntas mientras untas la mantequilla sobre las tostadas del desayuno.

O cuando tienes sobre ti un cuerpo sudoroso y tú permaneces inerte.

Te asalta la duda cuando despiertas en mitad de la noche con sabor a sangre en la boca.

Ojalá esos bombardeos se conviertan un día en fuegos artificiales.
!No quema! ¡No duele! ¡Puedo abrir los ojos!

¡MIRAME, ESTOY DE PIE Y NO TENGO MIEDO!

Pero no, nunca sabes con total certeza si lo has superado. 

Es imposible calcular el alcance del daño. No estás segura de cuantas capas de piel han sido ya abrasadas.

Te gustaría quitártelas una a una y cambiarlas por otras nuevas...como hacen las serpientes.
Pero sabes que mudar la piel y alejar las cicatrices supone renunciar a algo tuyo.

Te voy a contar un cuento...
Es la historia de una niña que se crió con lobos. Un día se hizo mayor y conoció a un príncipe. Pero éste, en vez de darle un beso, le insertó un palo en la vagina y la dejó desangrándose en mitad del bosque, creyéndola muerta.

Pero la niña no murió, cogió el palo, lo talló y lo convirtió en escoba. Se volvió bruja y aprendió a volar.



Poesías de Ana Elena Pena





17.07.2013


SOBRE NOSOTRAS

El síndrome PAS

No hay nada más inpirador para las mujeres soñadoras y que saben quererse a si mismas que el personaje de Carrie Bradshaw en la serie Sexo en Nueva York (Sex and the city). Apasionada, enamoradiza, romántica, independiente y afectuosa, es también considerada una de las mejores it girls del mundo de la ficción televisiva. 

Su personaje sirve de ejemplo a seguir tanto para las mujeres de 40 años como para las jóvenes de 20. Y hoy ella es mi excusa para hablar sobre algo que descubrí hace poco y que desde entonces me ronda por la cabeza: el síndrome PAS, más conocido como el Pánico a la Soltería.

Mi amiga Sara me recomendó un artículo de la revista Glamour el pasado mes donde hablaba de esta epidemia que afecta a muchas mujeres, y de todas las edades. El síndrome PAS está presente en gran parte de la población femenina y se define como el miedo, la frustración y la preocupación que sienten muchas mujeres al estar solteras. 

Cabe decir que los principales culpables de esta maldita epidemia son los medios de comunicación de masa. Tanto en películas, series, como en publicidad, se muestra la felicidad relacionada con la pareja, y todos los finales felices siempre incluyen un beso apasionado entre los protagonistas (que por supuesto tienen que ser hombre y mujer, además de guapísimos). Esto ha generado una serie de perjuicios y frustraciones entre las personas que ven que su relación no sale a flote, los hombres y las mujeres que no encuentran a la persona indicada o las mujeres que llegan a una determinada a edad y no tienen a un hombre al lado que les acompañe. 

No obstante, hay ejemplos que despuntan: la famosa serie Sexo en NY y su protagonista, Carrie, han sido un gran remedio contra esta epidemia porque siempre se han mostrado críticas con respecto a este tema y han enseñado la cara más positiva y gratificante de la soltería. Aún recuerdo un capítulo que me marcó en el que una de las protagonistas, Miranda, padece una crisis al mudarse a un piso de soltera y ver que muy poca gente aprueba este hecho y lo ve como algo "extraño". "¿El piso es para ti sola?" "¿No tienes pareja?"- le cuestionan cada dos por tres mientras ella está realizando los trámites para mudarse.

Muchas mujeres que salen de relaciones largas o intensas creen ver su mundo hecho pedazos en cuestión de segundos, y se piensan que nunca van a poder ser felices de la misma manera. Algunas acuden a otro hombre rápidamente, intentando llenar el vacío que el otro le dejó y otras se deprimen y creen que nunca encontrarán a nadie como el último. Pero hay que asumir que la verdadera felicidad no está en una pareja, y que muy pocas relaciones duran toda la vida. La convivencia, los defectos del uno y del otro, etc. generan muchas decepciones, y muchas personas se empeñan en tirar para adelante una relación tóxica, que no les hace felices, por el miedo a estar solas. 

No obstante, creo que la vida son etapas y que cada etapa tiene su qué. Las etapas en pareja son bonitas, pero pueden no funcionar, y debemos estar preparadas para asumir la soledad, y para verla como una clase de libertad. Porque sí que es cierto que el no tener pareja también incluye muchas ventajas, que ciertamente te hacen más libre (libertad para quedar con quién quieras y cuando quieras, tener las relaciones sentimentales o sexuales que te apetezca, no tener que dar explicaciones a nadie, ni cumplir con según que compromisos, etc.). Pero la verdadera felicidad es asumir que la vida es como un libro, con muchas páginas en blanco que se van llenando y pasando. En algunas tendremos pareja, y en las otras no. Pero siempre hay que aprender a asumir cada etapa con sus pros y sus contras, y tener claro que nadie necesita a nadie para sobrevivir. Porque, al fin y al cabo, lo más importante es tenerse a uno mismo.


"Acabé pensando en las relaciones. Las hay que te llevan a algo nuevo y exótico, las hay que son viejas y familiares, las que sacan a la luz muchas preguntas, las que te llevan a lugares insospechados, las que te transportan lejos de donde comenzaron y las que te traen de vuelta. Pero la relación más excitante, retadora e importante de todas es la que tienes contigo misma. Y si encuentras a alguien que ame el tú que tú quieres, bueno, eso ya es fabuloso". 

- CARRIE BRADSHAW, Sex and the city


Clara Esparza




09.07.2013


INSPIRACIONES

Estar en guerra, pero contigo mismo

"Every night I used to pray that I’d find my people- and finally I did- on the open road. We have nothing to lose, nothing to gain, nothing we desired any more - except to make our lives into a work of art. LIVE FAST. DIE YOUNG. BE WILD. AND HAVE FUN. I believe in the country America used to be. I believe in the person I want to become, I believe in the freedom of the open road. And my motto is the same as ever- *I believe in the kindness of strangers. And when I’m at war with myself- I Ride. I Just Ride.* Who are you? Are you in touch with all your darkest fantasies? Have you created a life for yourself where you’re free to experience them? I Have. I Am Fucking Crazy. But I Am Free."

LANA DEL REY, Ride



"Vive rápido. Muere joven. Sé salvaje. Y diviértete.

¿Quién eres? ¿Estás en contacto con todas tus fantasías más oscuras? ¿Has creado una vida para ti misma donde eres libre para experimentarla? Yo lo tengo. Estoy jodidamente loca. Pero soy libre."

Fascinada: Así me he quedado después de ver el videoclip de Lana del Rey de su canción Ride

El videoclip parece una mezcla de su historia real con sus miedos más profundos, así como una lección de coraje y de ánimo a ser, pues eso, libre y salvaje.

Algún día os hablaré de Lana del Rey, porque a mí me inspira mucho. Tal vez no debería, porque al fin y al cabo recibe muchas críticas. Pero para mí es una artista nueva, diferente, innovadora, y con la que me siento muy identificada.

Hoy he pasado una tarde muy inspiradora escuchando canciones y viendo videoclips de esta artista, hecho que me ha ayudado a volverme a animar con el blog (después de estar un tiempo bastante vaga y sin inspiración). El discurso de Lana en este videoclip ha sido, sin duda, lo que más me ha hecho pensar. ¿Sabemos la vida que estamos viviendo? ¿Somos conscientes de si esto es lo que queremos?

"I believe in the person I want to become". ¿Confiamos nosotros mismos realmente en la persona en la que nos queremos convertir? Supongo que todos hemos pasado por momentos de confusión, de no saber qué queremos, dónde estamos ni dónde acabaremos. De que todo lo que antes nos fascinaba, ahora nos parece mediocre, o incluso malo. 

La vida está llenita de altibajos, de momentos de duda, y también de momentos de euforia, en los que lo vemos todo claro. Pero la cuestión es nunca perder el norte, saber qué eres, y qué quieres.

Veo prácticamente imprescindible que todas las personas sintamos de vez en cuando que nos hemos salido del camino. Que aquello a lo que anhelábamos ha desaparecido sin dar explicación alguna. Que todos nuestros planes de golpe se han visto truncados y que la seguridad que nos aportaba la vida en según que momento de nuestra vida ahora nos juegue una mala pasada. Esos momentos, a los que yo llamo "periodos de transición", son básicos para encontrarnos a nosotros mismos. Yo me he tenido que encontrar a mí misma millones de veces a lo largo de mi corta vida, hecho que también me da la prueba y señal de que hasta ahora he vivido intensamente, y desde luego no borraría ninguna de mis frustraciones, cambios repentinos, decepciones y altibajos. Porque todo, absolutamente todo, me está convirtiendo en la persona a la que algún día aspiro parecerme, a mi propio yo, pero 100 % explotado, con todo vivido y con ganas de comerse el mundo en otra vida. Estar en guerra conmigo misma me ha enseñado a superar la batalla cada vez con más creces.





Clara Esparza

"And when I’m at war with myself- I Ride. I Just Ride·"
LANA DEL REY






02.07.2013


SOBRE NOSOTROS


Sin complejos

Para las chicas que enseñan lo que quieren, cuando y donde quieren, las que saben con quién se tienen que ir a la cama, y con quién no. Para las femme fatale y los tíos que te agarran por el culo y te hablan claro al oído. Sin complejos. Para todos aquéllos que se hacen fotos con la única intención de captar la esencia lo que están viviendo, sin el miedo a salir mal. Para las chicas que salen monísimas de casa y acaban volviendo descalzas, sudadas y despeinadas. Sin complejos. Para los que se caen al suelo cuando se emborrachan y beben a morro de la botella. Para los que duermen con ropa, por mandra a desnudarse al llegar a casa. Los que sonríen a su padre cuando entran por la puerta por la mañana mientras él está desayunando para irse a trabajar. Para los que revolucionan las calles, sin necesidad de ser mucha gente. Los que hablan con cualquiera, y de cualquier cosa. Sin complejos. Para las que de vez en cuando dejan los tacones en casa y se preocupan más de la diversión que del "qué pensarán". Las que bailan como locas y hacen muchas tonterías. Sin complejos. Para los que pasan de los locales de siempre, de la ropa de siempre y de la gente de siempre. Para los que se rapan, se tiñen, se pasan al grunge, al hipster o a lo que sea. Sin complejos. Para los que empiezan y no acaban. Los que saben donde empiezan, pero nunca donde van a acabar. Los que se enamoran mil veces, y se desenamoran dos mil. Los que son felices existiendo, no jodiendo a los demás. Los que gritan cuando algo les molesta, ríen cuando algo les hace gracia, lloran cuando están tristes, pero siempre viven su propia vida, sienten hasta límites insospechados y aman la locura y la diversión. Sin complejos. 




Para los que, en definitiva, saben vivir. Para éstos está hecho el mundo.


Clara Esparza






25.06.2013



SOBRE NOSOTROS

Equivocarnos



El ser humano. La máquina mejor programada del mundo. Todos somos prácticamente iguales, cometemos los mismos errores, vivimos prácticamente los mismos años, buscamos lo mismo - la felicidad absoluta-, somos egoístas, decepcionamos, nos decepcionan, y todos, absolutamente todos, siempre volvemos a tropezar con la misma piedra.

Da lo mismo lo que nos hagan: los desengaños, las decepciones, nuestros propios errores. Todo se repite. Y siempre acabamos lamentándonos repetidas veces. Soy de las que piensan que todas las personas necesitan equivocarse más de una vez para aprender qué es lo que deben y lo que no deben hacer. Para hacernos como personas y formar nuestra propia personalidad necesitamos fallarnos a nosotros mismos, y también fallar a los demás.

Es por eso que siempre he defendido la importancia del saber pedir perdón, y del saber perdonar. Porque no hay una sola persona en el mundo que no se equivoque, que no haga daño a otra, que no falle a alguien que quiere alguna vez. Y la cuestión es siempre aprender.

Hay muchas personas que se cierran en banda al salir de una relación que les ha hecho daño, que no se arriesgan a volver a amar, y que no pueden soportar entregarse a otra persona porque saben que corren el riesgo de acabar sufriendo.Están en lo cierto: siempre hay un 99 % de probabilidades de salir perdiendo, de hecho las relaciones siempre se acaban, los amigos se van, y nuestros seres queridos se mueren, es ley de vida, todo lo que viene, se va. Hay que aprender que muchas veces no se trata del final feliz, sino de la historia, y que la felicidad está en el presente, no en lo que pueda pasar en un futuro, ni en lo que pasó en un pasado. 

Como personas que somos necesitamos perdernos los unos a los otros, sufrir, caernos, hacernos daño, y luego volvernos a levantar. Yo siempre me consuelo pensando en esos matrimonios de abuelitos que llevan más de 50 años casados y uno de los dos fallece, y pienso que algún día me tocará llegar a ese momento de mi vida. Lo realmente importante es que en esa etapa podamos cerrar los ojos y pensar que hemos vivido todo lo que teníamos que vivir, que hemos tropezado lo suficiente para poder estar orgullosos y llenos de satisfacción por la vida que hemos tenido y que ya da igual lo que pase, porque hemos cometido los errores que teníamos que cometer, y por eso somos lo que somos.

No hay que tener miedo a equivocarse, porque al fin y al cabo la piedra está en el camino, y forma parte de la vida tropezar con ella, encontrárnosla más de una vez y ser capaces, después de cien mil tropezones, de poder pegarle una patada.


Clara  Esparza
"Si no te equivocas de vez en cuando es que no lo intentas." WOODY ALLEN







06.06.2013


SOBRE LA VIDA

El ahora

Paulo Coelho dijo una vez: "Lo que haces en el presente cambiará el futuro."

Su libro, El Aleph, ha llegado hoy a mis manos después de un arrebato intelectual. Hoy ha sido un día de derroche en toda regla y, después de semanas sin leerme un libro en condiciones y meses sin gastarme un duro en lo que a letras se refiere, me he sentido encandilada por su contraportada, y me lo he comprado.

Obviamente la frase de Coelho me ha convencido. Me ha impulsado a reflexionar, nuevamente, sobre el tema presente - pasado - futuro y sobre la filosofía de vida de muchos de los grandes y más sabios pensadores que defienden que es una absurdez pensar en el pasado o en el futuro porque lo que realmente moldea nuestra vida es el presente.

Pero, ¿por qué es tan difícil centrarnos única y exclusivamente en el presente? Nos empeñamos en lamentarnos por las acciones que hemos hecho en el pasado, y nos angustiamos de pensar en lo que puede suceder en un futuro. No sabemos bien bien si el presente es en realidad una suma del pasado y el futuro, pensamos en qué haremos más tarde, o dónde iremos mañana pero no pensamos en si lo que estamos haciendo ahora es lo que nos hace felices, si estamos en el lugar en el que tenemos que estar, y si tenemos lo que nos merecemos.

Qué difícil es pensar en el presente, vivirlo, sentirlo. Creo que solamente las grandes personas lo han conseguido. Es casi más difícil que dejar la mente en blanco. Lo que ahora nos hace felices son las consecuencias de lo que nos ha pasado, o bien lo que sabemos o tenemos planeado que va a suceder. Pero pocas personas disfrutan de lo que están sintiendo en el momento preciso en el que está ocurriendo.

El Secreto ya lo explica: se trata de vivir el ahora, de disfrutar de las pequeñas cosas, de no lamentarse por aquello que no nos ha salido bien o que creemos que puede suceder. Hay que saborear la vida, y saborear la vida quiere decir vivirla ahora. Sentir con todos los sentidos: el olor a café, el ruido de la lluvia, el calor de un abrazo, la belleza de una mirada... En la vida cada día se nos escapan un montón de detalles que, en realidad, están moldeando nuestros destinos. Saber disfrutar de las pequeñas cosas y ser felices con lo que tenemos, sea grande o pequeño, sea mucho o poco, hará que cada día recibamos más y más cosas buenas.

Con el tiempo me he dado cuenta de que tendemos a idealizar las cosas del pasado, y a asustarnos por las cosas del futuro. Un detalle se nos escapa en el preciso instante en el que lo vivimos, pero con el tiempo vuelve a nuestras mentes. El miedo nos obstruye y nos impide atrevernos. Pero el ser humano ha nacido para vivir, y lo que vivimos ahora es lo que resume la historia de nuestras vidas.



Se trata de pensar que la vida es el trayecto, no la estación.

Clara Esparza







02.06.2013



SOBRE MUSAS

Cuando Norma se vistió de Marilyn


¡Buenos días domingo! Y hoy tengo que pedir perdón por no haber escrito ayer este post, pero con los exámenes estoy bastante liada y me roban mucho tiempo... La cuestión hoy es que dedico un trocito de mi blog a una de mis grandes musas, por quién siempre he sentido una mezcla de admiración, compasión, lástima y empatía: Marilyn Monroe. Siempre he sido una defensora de esta mujer, pero lo cierto es que me ha costado mucho esfuerzo hacer entender a la gente que no se trata simplemente de admirarla por su físico - algo que sí es cierto que se ha explotado mucho, tal vez demasiado, de esta mujer- sino que hay que ser fan de toda ella: su talento (como actriz, cantante, bailarina y modelo), su bondad, su inteligencia y, porqué no, también su belleza. Marilyn ayer habría cumplido 87 años si no se hubiera suicidado a los 46.

Marilyn fue una luchadora desde el momento de su nacimiento. Huérfana por parte de los dos padres, creció completamente sola y perdida y su talento fue descubierto cuando no era más que una adolescente. A partir de ahí se introdujon en el mundo del modelaje y poco a poco fue aspirando más, hasta llegar a protagonizar las mejores películas de la época y a trabajar con los mejores fotógrafos.

Mi irrevocable admiración por esta mujer siempre se ha basado en la compasión que he sentido al leerme tantos libros que cuentan la historia de su vida, tantas anécdotas y tantas biografías. A Marilyn le faltó siempre el calor de una madre y un padre, un ejemplo a seguir y alguien a quién admirar y obecer. Nos empeñamos constantemente en equivocarnos solos, pero qué habría dado esta mujer por tener una mano que agarrar cuando era tan sólo una niña.

Marilyn creció prácticamente sola y se introdujo demasiado joven en un mundo que la hizo de oro, y la lanzó al estrellato, pero que también acabó con su vida. 

"No quiero ganar dinero, yo sólo quiero ser maravillosa."

" ¿Qué tiene de bueno ser Marilyn Monroe?¿Por qué no puedo ser simplemente una mujer normal? Una mujer que pueda tener una familia... Me conformaría con un solo bebé. Mi propio bebé."

La vida de Marilyn estuvo llena de frases de éstas, millones de entrevistas y diarios de la artista han sido rescatados y en los que lo único que contenían eran frases donde la actriz se lamentaba de no haber podido ser feliz jamás. Tenía dinero, belleza, talento, inteligencia (de hecho se dice que era incluso más inteligente que Albert Einstein) y gente que la admiraba y quería ser como ella. Pero nunca encontró un hombre con quien poder pasar el resto de su vida, nadie con quien formar una familia. La mayoría se acercaban a ella por interés, por su dinero y su prestigio, pero cuando ella abría su corazón y expresaba sus sueños los hombres siempre se marchaban y la dejaban sola. 

Marilyn vivió sola toda su vida, y no supo hacerse valer ni darse su lugar en esta vida. En las películas siempre debía hacer el mismo papel (de rubia tonta y mediocre), no la dejaban hacer dramas, que era el género que a ella le gustaba, solamente le ofrecían el papel de protagonista en películas de comedia. 

Norma Jean, que un día se vistió de Marilyn Monroe. Una mujer intelectual, a la que le gustaba leer, escuchar buena música y charlar, preciosa y con talento, y nadie la supo cuidar. De hecho, ni ella misma se supo cuidar.

"Nunca he dejado a nadie en quien haya creído."

"Los perros no me muerden, solamente los seres humanos."

"Vivir sola es como estar en una fiesta en la que nadie te hace caso."

"Estoy intentando encontrarme a mí como persona, a veces eso no es fácil de hacer. Millones de personas viven toda su vida sin encontrarse."

"No me importa vivir en un mundo de hombres, siempre que pueda ser una mujer en él."



Feliz cumpleaños, Marilyn.


Clara Esparza







28.05.2013


SOBRE NOSOTROS

Pedir perdón, o no

"Lo siento", "perdóname", "me arrepiento mucho", "no volverá a ocurrir", "espero que algún día me puedas perdonar", "¿me perdonas?". Mil formas de decirlo, mil y una de interpretarlo. ¿Cuántas veces en la vida nos  tocará pedir disculpas? ¿Cuántas por obligación, y cuántas porque nos sale del alma? ¿Dónde está el límite del arrepentimiento?

Muchas cuestiones sin explicación. El "perdón" es uno de los inventos más extraños del hombre y, desde luego, más subjetivo. La manera de sentirnos cuando pedimos perdón es muy diferente en unos y en otros, así como la manera de sentirnos cuando son los demás los que se disculpan con nosotros. Hay personas que se sienten mejor cuando se disculpan por algo, y hay personas que son incapaces de reconocer sus errores. Un 1 % de la población mundial es capaz de hacer autocrítica y tragarse el orgullo cuando sabe que pertoca pedir perdón, mientras que un 99 % de los individuos se sienten morir por dentro cada vez que tienen que agachar la cabeza y asumir una culpa. Creo que si hiciéramos un ránking de las palabras más difíciles de pronunciar para los seres humanos "perdón" estaría en el primer lugar. 

Pero nos olvidamos de una gran parte de la población, la que se disculpa constantemente, la que asume las culpas de todo y la que, no es que aparte su orgullo, sino que no lo tiene. Este tipo de personas luchan día tras día porque sus relaciones sean perfectas, incluso cuando éstas no funcionan, se sienten extremadamente culpables de que las cosas les vayan mal y se autoexigen más de lo que pueden dar. Dos son los motivos para este tipo de reacciones: uno, se sienten inseguras con ellas mismas y con el mundo; o bien, dos, piensan más en satisfacer a los demás y evitar los conflictos, que no en darse su sitio en el mundo.

También existe el tipo de personas que actúan bajo el lema "perdono, pero no olvido". Y yo les digo: perdonar es olvidar, porque, al fin y al cabo, "perdón" es sólo una palabra y lo que siempre acaba importando más son los hechos: el saber hacer borrón y cuenta nueva, empezar de cero y no estar lamentándonos toda la vida de aquéllo que una vez hace muuuuuuucho tiempo nos hizo daño.

"Es mejor perder tu orgullo por una persona que no perder a una persona por orgullo." Pues yo discrepo, y opino que tal vez a veces es mejor poner tu orgullo por delante de cualquier persona, ya que la primera a quién debes satisfacer es a ti misma. Está claro que en muchas ocasiones tendremos que agachar la cabeza y disculparnos, así como también necesitaremos rebajar nuestro orgullo a la hora de perdonar a los demás. Pero ante todo debemos tener claro dónde están nuestros límites y cuál es nuestro sitio en este mundo, hay que nacer, vivir y morir con eso. 

Clara Esparza
"El que es incapaz de perdonar es incapaz de amar."
MARTIN LUTHER KING








14.05.2013

SOBRE EL MUNDO

Manías del ser humano

No soporto el radicalismo. Creo que es algo que genera que la diversidad, los principios y los valores se conviertan en algo malo. De hecho soy la primera que defiende la variedad de opiniones, ideologías, maneras de ser, de pensar, de actuar, de vestir... Pero si pudiera eliminar algo no dudaría en anular dos de las peores manías del ser humano: el radicalismo y la intolerancia.


Siempre he pensado que la tolerancia es imprescindible para poder convivir en sociedad. Que cada persona debe saber que siempre existirán otras creencias, otros valores y, en definitiva, OTRAS PERSONAS en la vida, y que la diversidad es positiva. 

El radicalismo crea muchos prejuicios, provoca que muchas personas juzguen a otras solamente por su manera de pensar y por sus principios y de esta manera también promueve los conflictos. He oído muchas veces frases como " "No lo soporto desde que se posicionó en contra de tal o cual"o "Yo a ése no lo escucho, mientras piense de esa manera". Y, por desgracia, he escuchado frases como estas salir de las bocas de personas de mi entorno, y no demasiado lejanas a mí. Y debo incluirme en el saco. Porque sí, es cierto, todos tenemos prejuicios, todos nos hemos posicionado alguna vez (de hecho la neutralidad no existe y el posicionarse en un bando u otro es algo positivo), pero también muchas veces no me he sentido lo suficientemente preparada para escuchar según qué discursos, y a según qué personas. Para mantener una discusión sin saber ya que tal vez y seguramente... VOY A ACABAR AGOTADA. 

Es por eso que - opino- todos los seres humanos rechazamos según qué situaciones y según qué conversaciones en determinados momentos, ya que sabemos que éstas - muy probablemente- nos generarán un importante alteramiento en nuestro organismo (exagerando un poquitín). 


Pues bajo mi punto de vista, HAY QUE EVITARLO, hay que ser tolerantes, abiertos de mente, humildes y debemos saber escuchar. Estar dispuestos a aprender del más soberbio, del más cruel y del más ignorante, así como enseñar a los demás que de nosotros también pueden aprender. La cuestión es no encerrarse en aquello que nosotros consideramos que es "lo correcto", "lo lógico", "lo normal" o "lo mejor", y entender que todo, absolutamente todo, es subjetivo, que la vida da muchas vueltas y que lo que hoy puede parecernos el peor pensamiento del mundo mañana podría resultarnos algo ingenioso.



Clara Esparza 
"Triste época la nuestra: Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio." 
ALBERT EINSTEIN






07.05.2013


SOBRE SEXO

Invierno y líbido, ¿compatibles?

Hoy he salido a la calle y me he percatado de que sí, ya estamos en verano. ¡Pero, por dios, qué calor! Es maravilloso. He comido al sol con mis amigas en la Universidad, he ido en tirantes todo el día, no me he quitado mis gafas de sol y me he pasado la mañana sonriendo. Qué tendrá el calor, que nos hace tan felices.

¿Y qué tendrá el invierno, que nos amarga la existencia? Podría hacer un libro de mil y una páginas explicando la cantidad de veces que dejo tiradas a mis amigas en invierno en el último momento. El frío, la lluvia, la PEREZA... Salir de la ducha para ponerse un vestido y medias para salir a la calle donde la temperatura es - 10000000000 ºC. Me puede. 

Pero ahora, de repente, tu vida parece que cambie por completo. Te apetecen muchas más cosas, repeles a la manta y duermes en bragas. Y hay algo que también cambia por completo en tu vida: el sexo. Quitarte la ropa ya no es un suplicio, sino que se convierte en un alivio. Tus hormonas parece que estén con muchas más ganas de guerra, y ya no es obligatorio vestirse después de hacerlo. Y yo me pregunto, ¿se trata de una cuestión meramente meteorológica? ¿Nos apetece más en verano porque hace más calor? Reflexionando he llegado a la conclusión de que influyen bastantes más factores.

Por un lado es indispensable tener en cuenta que nuestro cuerpo no tiene el mismo color en épocas de frío que en verano, puesto que cuanto más sol, más color y - yo- cuanto más color, más sexy me siento. Además, el hecho de "enseñar más cacho" en verano nos <casi> obliga a ir depiladas por todos lados, algo que también incrementa nuestro deseo de arrancarnos la ropa y mostrarle al mundo nuestros dotes. 

Por otro lado, los días son más largos, y eso provoca que nuestras ganas de que nuestro día NO SE ACABE NUNCA incrementen, nuestra energía se intensifique y, en consecuencia, nuestra libido. Además, en verano no debemos olvidar que la rutina es diferente y que, en muchos casos, tenemos la suerte de gozar de unas VACACIONES, en las que el hecho de no tener horarios ni obligaciones provoquen que "nos soltemos más" en este sentido.

El conjunto de factores que se juntan: casa, frío, estufa, manta, pijama, oscuridad, cansancio, rutina, horarios, responsabilidades... Nos hacen decaer en lo que en el tema sexual se refiere. 

Informándome he encontrado en varios sitios la teoría de que realmente el verano no hace aumentar nuestra líbido, ni el invierno disminuirla, pero yo ante esto ME TENGO QUE NEGAR. Hablando con algunas de mis amigas muchas de ellas me han asegurado que sienten decaer sus ganas cuando llega el frío y que - aunque tengan pareja estable- prefieren "otras cosas" (ver películas, comer chocolate, abrazarse a él mientras llueve...) pero que muy pocas veces sienten la misma pasión que en pleno mes de agosto. 



En definitiva, tal vez deberíamos hablar con algunos hombres, a ver qué opinan (seguro que bastante diferente), pero tal vez a veces les tendremos que pedir un poco de paciencia - o ellos a nosotras- por lo menos hasta que llegue el verano y podamos hacerlo al aire libre, que es lo que mola.


Clara Esparza
"El sexo forma parte de la naturaleza, y yo me llevo de maravilla con la naturaleza."
Marilyn Monroe 



30.04.2013

SOBRE LA VIDA


Diez cosas que hacer cuando llueve

Ya se han acabado los días de lluvia, esos días en los que lo único que apetece es quedarse en casa sin hacer nada, durmiendo, en pijama y sin salir de casa ni para tomar aire.

A mí me encantan esos días, siempre me han gustado. Ya de pequeña me encantaban las tormentas, y aún sigo siendo feliz cuando llueve. Hoy os planteo las diez <para mí> mejores cosas para hacer en un día lluvioso, para que los que aún no le hayan encontrado el encanto empecéis a disfrutar de estos días, ya sea solos o acompañados.


Leer



Ver películas antiguas



Hacer el amor (preferiblemente bajo las sábanas)



Robarle los calzoncillos a tu chico y llevarlos todo el día puestos



Inflarse a dulces



Ducharse con agua muuuuuuy caliente



Invitar a tus amigas



Poner a prueba tu imaginación en la cocina



Estudiar (mejor cuando llueve, ¿no?)



Pasarte el día en la cama

Moraleja: Al mal tiempo, buena cara.

Clara Esparza






29.04.2013
SOBRE EL MUNDO


Los manipulados


Preparándome el examen de Derecho y Dentología Periodística de esta semana estos días mi cabeza se ha puesto a reflexionar más de la cuenta sobre los medios de comunicación, los derechos fundamentales y el mundo en si mismo. Entre la lluvia, los subrayadores y la Constitución <por desgracia> Española, el otro día les planteé una cuestión a mis padres que desde hace mucho tiempo da vueltas por mi cabeza. Necesitando, pues, algo de reafirmación y apoyo (y para no pensar más que tal vez me estoy volviendo loca) les pregunté: ¿No creéis que los medios de comunicación españoles están politizados? Y de ahí surgió el debate.

Y, en efecto, no soy la única que lo piensa. Está claro que muchos pensaréis que tampoco he descubierto la sopa de ajo, ya que todos sabemos qué diarios son de izquierdas y qué diarios son de derechas. Pero yo me quiero referir a EXTREMOS, cuando un diario sobrepasa los límites para perjudicar o bien favorecer a otro partido, así como a MANIPULACIONES.

Los diarios sensacionalistas - gracias a dios- no existen en España, aunque sí las revistas. Y para mí ya es un alivio pensar que el último diario sensacionalista que se promulgó en este país no duró ni un año (estoy hablando del diario Claro, del que, por cierto, Ferran Monegal fue el director). No obstante, esto no alivia mi incomodidad al pensar que los diarios españoles están vendiendo verdades, y a veces MENTIRAS, de una manera persuasiva y mareante. 

Muchos, por suerte, tenemos espíritu crítico y podemos dejarnos manipular (e incluso a veces engañar) o no. Pero muchas personas no tienen un criterio y una cierta imparcialdad para contrastar y poner en duda lo que los medios les venden. En este sentido, soy una ANTI radicalismo total (de esto ya os hablaré otro día) y desde luego los diarios no contribuyen a apaciguar el radicalismo que en muchas personas reside.

Un ex profesor mío el año pasado nos explicaba que cualquier persona racista podía inculcar un sentimiento racista en la sociedad solamente haciéndose cargo de los contenidos de un diario. Lo argumentaba diciendo que cualquier persona podría recopilar todos los casos de vandalismo, asesinato, robo, atraco, ... en los que habrían participado ecuatorianos, musulmanes, indios o árabes y presentarlos todos en un mismo periódico. De esta manera, la sociedad se crearía la idea de que "los inmigrantes son malos" y seguramente muchas personas promoverían una campaña para echarlos del país. Los hechos no serían falsos, claro que no, pero tampoco estarían presentándose de la manera adecuada, puesto que no se estaría teniendo en cuenta que no sólo los ecuatorianos, musulmanes, indios y árabes son los protagonistas de TODOS los actos vandálicos que se dan en nuestro país.

Esta reflexión me hizo pensar, y ver los medios de comunicación de otra manera. No hace falta decir mentiras para engañar, simplemente se puede manipular de muchas maneras, y muchas veces sin que nosotros nos demos cuenta estamos siendo manipulados por los medios de comunicación. Gracias a dios ésta es una de las <pocas> cosas buenas que no están inculcando a los futuros periodistas y desde aquí os animo a todos a tener más espíritu crítico, a intentar ser más imparciales y a que intentéis sumergiros en otras ideologías, otras maneras de pensar y otros puntos de vista. El poder es muy manipulador, pero nosotros somos los manipulados.

Clara Esparza







19.04.2013
SOBRE EL MUNDO

Viviendo del cuento

Debo disculparme con vosotros ya que esta entrada debería corresponder al pasado domingo 14 de abril, pero el ser una despistada tiene estas consecuencias...

Todavía a día de hoy desde que nací - y eso es mucho tiempo- me sigo preguntando qué pintan muchas cosas en nuestro país y, aunque intento ser de las que piensan que todo puede tener una buena utilidad y ser positivo, sigo preguntándome por la utilidad que tiene "nuestro" (y digo "nuestro" porque esto de que me represente es muy relativo) monarca. 

En clase de deontología me respondieron esta pregunta hace no mucho más de un mes: "El monarca sirve como símbolo de unidad, reina pero no gobierna". Vaya, perfecto, ¿Y qué significa "reinar" hoy en día en nuestro país? Pero dejando esto a un lado y centrándonos en el hecho de que, como mucha gente define, "nos representa" (o representa a España). Pues bien, si una persona nos tiene que "representar" de este modo, mejor que no lo haga, ¿no?

Sinceramente no me considero representada por el monarca de España, pero por desgracia sigo viviendo en un país llamado España en el que todavía tenemos un sistema de monarquía parlamentaria y, por mucho que yo me empeñe en querer cambiar las cosas, esto es así y yo de momento sigo pagándole - involuntariamente- su caza anual de elefantes.

Y ahora viene cuando me manifiesto: NO QUIERO que me represente una persona conservadora, una persona que cree que debes casarte con una persona y morir junto a ella (y, ojo, yo también creo en el amor para toda la vida, pero siempre que sea AMOR, no conveniencia), que luego resulta ser un infiel y que sigue con las viejas y desagradables costumbres de antaño que, sintiéndolo mucho SM, en el siglo XXI ya no pintan NADA.

Soy una defensora de las libertades y considero que, aunque no me parezcan bien muchos valores, cada persona puede y debe hacer con su vida lo que quiera. Pero, siendo críticos, hay que tener en cuenta que no todos tenemos el mismo rango social y que por mucho que queramos creer en la utopía de la igualdad cada ser humano tiene un estatus y, por suerte o por desgracia, siempre debeá haber alguien que esté por encima. Pero deberíamos plantearnos y tener en cuenta que el rey no puede tomarse según que libertades que se pueden tomar el resto de los seres humanos. Cuando un individuo adquiere la categoría de personaje público (ya sea porque es famoso por su carrera, o por pura chiripa, como el rey) debe ser consciente de que está sirviendo como referente para muchas personas, y que no puede hacer LO QUE LE DÉ LA GANA.

En resumen, ayer cerraba mi post con un: "No me llames princesa, que soy republicana", y hoy matizo: las princesas, los reyes y las historias de los cuentos están muy bien para que se queden en eso, historias. Pero esto es la vida real señores, y no podemos vivir siempre del pasado y de las viejas costumbres, el mundo avanza, y las sociedades cambian.


Moraleja: Qué viva la tercera república.


Clara Esparza








18.04.2013
SOBRE NOSOTRAS

Las princesas de hoy en día

Somos un desastre, o eso nos hacen creer. Llevamos minifaldas, nos teñimos el pelo, bebemos cerveza, aprendemos a jugar al futbolín, vemos el fútbol con nuestros chicos, fumamos, hacemos topless, salimos en bragas en las fotos, nos tatuamos, nos quitamos los zapatos cuando nos duelen los pies, los domingos tenemos resaca, estudiamos, damos vueltas al mundo y nos aventuramos a visitar nuevas regiones y a conocer nuevas culturas, hacemos el amor en el coche en medio de un descampado, nos apuntamos a clases de boxeo, gritamos cuando algo nos molesta, reímos fuerte si algo nos hace gracia y rompemos cosas si estamos cabreadas. Generalizando, claro.

¿Se ha perdido la finura? ¿La imagen de la mujer elegante, discreta y - SIN METERLO EN EL MISMO SACO- sumisa?. La respuesta es SÍ, SE HA PERDIDO. Lo que antes eran "muchachas" con faldas largas y jerseys de cuello alto ha pasado a la historia. Ahora, GRACIAS A DIOS, existe la diversión también para la mujer. Algo muy mal visto para graaaaaaaaaan parte de la sociedad. Pero bueno, supongo que después de todo lo que habrán sufrido nuestras pobres antepasadas ahora nos tocará vengarlas ¿no? 


Moraleja: No me llames princesa, que soy republicana.

Clara Esparza
"En honor a todas las mujeres que silenciosamente han construído la historia"





17.04.2013

SOBRE EL MUNDO

Atreverse a ser grande



Normas, reglas, límites, directrices, pautas... Sinónimos de DESOBEDIENCIA. Porque... ¿Quién no? ¿Cuántas veces nos hemos visto empujados a saltarnos lo que la sociedad nos dicta? 

Algunos se atreven a ser diferentes, otros no. Muchos deciden que no se atreverán hasta que no se sientan 100 % seguros, y otros se limitan a imitar al resto. ¡¡¡¡MAL!!!! Nuestro mundo necesita más diversidad, más personas atrevidas, grandes, diferentes y sin ningún tipo de miedo. Nuestro mundo morirá si somos partícipes de la simplicidad y lo mediocre.

El uso del morbo, del escándalo, están mal vistos. Los medios de comunicación tienen unas normas - que en la mayoría de ocasiones no siguen- y trasladamos a la vida real lo que es "correcto" y lo que no. Las series de ficción nos inculcan una serie de tabúes que, sin ser nosotros conscientes, trasladamos a la vida real. ¿Qué me decís del sexo? Series y films lo utilizan para generar más audiencia, para llamar la atención del público y, posteriormente, para ESCANDALIZARSE. ¿Y por qué nos escandalizamos? En el siglo XXI estamos retroceciendo en lo que a esto se refiere. NO es malo, es íntimo y no debería ser algo para generar espectacularidad en, por ejemplo, los reality shows (pero al igual que no deberían serlo los insultos ni las agresiones), pero tampoco debe ser utilizado para crear tabúes y vergüenzas en nuestra sociedad. Y es que en la televisión vemos cada día como millones de personas opinan y, posteriormente, generan opiniones en nuestra sociedad, sobre lo que es bueno y lo que es malo cuando, en realidad, no hay cosas "buenas" ni cosas "malas", sino simplemente cosas que nos perjudican, y cosas que no.

Los medios de comunicación de masa deberían preocuparse menos por generar audiencia y por llamar la atención del público con técnicas absurdas y vacías de contenido, y deberían empezar a preocuparse más por educar y formar a las personas, por acabar con la mediocridad que está invadiendo nuestro mundo cada día un poco más y por animarnos a SER DIFERENTES.

Insultar, agredir, exponer nuestra vida íntima, perjudica. Pero decidir sobre nosotros mismos, atrevernos a ser distintos, polémicos, atrevidos, a hablar, a opinar, no nos perjudica, en todo caso perjudica a los demás.

Siempre, en todas partes, hay cuatro gatos que se han creído que el mundo es suyo y que pueden manejar a las personas como si fueran títeres. Pero siempre hay alguien que despunta, que destaca y que se revela, y éstas son las personas que mueven el mundo, pero que por desgracia siempre están machacadas. 



Clara Esparza
"El Universo conspira a favor de los que mueven el mundo. Y ésos son los que lo paran.¿Tú quieres mover el mundo, o que te muevan?"






15.04.2013

SOBRE EL CINE


El diario de Noah

Me encantan las historias de amor ambientadas en otras épocas. Los 50, los 60, los 70, los 80... Ver cómo era entonces la vida, la sociedad, y como estaba visto el amor entre los jóvenes. Este fin de semana tuve - por fin- el honor de ver una de las películas que más me había llamado siempre la atención y que nunca había tenido la ocasión de ver: El diario de Noa (The Notebook, en su versión original). Se trata de una historia de amor, ambientada en un verano de los años 40, entre dos jóvenes, Allie y Noah. La primera veraneante en Seabrook, un pueblecito de Carolina del Sur, donde conoce a Noah. Los dos jóvenes pertencen a realidades sociales muy distintas: Allie es de clase alta y vive con sus padres, quiénes velan por que tenga la mejor educación y un futuro con alguien de su estatus. Mientras que Noah reside junto a su padre en una humilde casa donde viven de la ramaderia. 

Ambos se enamoran, pero al terminar el verano, y después de un conflicto por los padres de Allie (quiénes no aprueban la relación) deben separarse. No obstante, la historia no terminará ahí, pues Allie y Noah volverán a encontrarse en un futuro no muy lejano.

Allie y Noah viven una historia de amor que enternece a muchos, pero que también divierte a otros. Ambos se muestran divertidos durante toda la primera parte de la película, e incluso hacen reír cuando se pelean. Durante el film vamos viendo la evolución de sus vidas por separado, y caemos en la cuenta de que ya han madurado. No obstante, el romanticismo no se pierde en ningún momento y la película ofrece una historia paralela que a todos nos hace sentir y reflexionar a la vez: la vejez y el amor eterno. Totalmente recomendable.



Clara Esparza

"¿Has amado alguna vez a alguien hasta llegar a sentir que ya no existes? ¿Hasta el punto en el que ya no te importa lo que pase? ¿Hasta el punto en el que estar con él ya es suficiente, cuando te mira y tu corazón se detiene por un instante?"




9.04.2013
SOBRE LA EDUCACIÓN

Forjando el futuro

Llevo muchos días queriendo abordar un tema que desde hace muchos años es preocupante en España: Se trata del nivel educativo de nuestro país. Es bien sabido a estas alturas que España se encuentra, desde hace mucho tiempo, por debajo del nivel educativo respecto a los otros países desarrollados.

Esto es, sin duda, un problema. Se trata de que estamos forjando el futuro de nuestro país y no nos estamos dando cuenta de que no lo estamos haciendo bien.

Ahora de repente el país ha parecido preocuparse un poco más, y a partir del curso 2013 - 2014 una ley obligará a todos los alumnos que terminen sus carreras universitarias, a poseer un nivel de inglés First Certificate o B2. 

Resulta obvio, ¿no? que todos los alumnos universitarios deberían tener como mínimo un cierto nivel de inglés para poder salir a la calle y al mundo laboral, no basta únicamente con una carrera universitaria, aunque sea con matrícula de honor.

Al llegar a la Universidad los alumnos no encontramos ninguna exigencia con el inglés - esto si nos referimos a los centros públicos, claro- excepto si decidimos cursar alguna carrera relacionada con el idioma (Filología Inglesa, Traducción e Interpretación...). No obstante, ni para la carrera de periodismo, ni de médico, ni de relaciones públicas... se nos exige ningún nivel de inglés, simplemente se da por hecho que cada alumno se preocupará por sí mismo.

No obstante, a la hora de pedir un Erasmus nos encontramos con la sorpresa. En todos - o casi todos- los países de destino demandan un nivel de inglés de, como mínimo, un First Certificate (aunque en la mayoría de los casos éste no es suficiente). 

Y la sorpresa y la frustración de los alumnos llega en momentos como éste. Y no sólo a la hora de pedir un Erasmus, o un Programa Propi, sino que a la hora de realizar proyectos, colaboraciones o actividades fuera de la Universidad, el nivel de inglés es indispensable.

¿Tenemos la culpa los alumnos de llegar a la Universidad sin ningún nivel de inglés? Tal vez. Tal vez deberíamos gastarnos millonadas apuntándonos a clases particulares de inglés, o en alguna academia privada. O tal vez sí que es cierto que hay muy pocos estudiantes que se atrevan, durante su infancia y adolescencia, a realizar intercambios o marchar fuera de España a estudiar idiomas. Pero no nos engañemos, se exige que los alumnos al acabar segundo de Bachillerato deberían tener como mínimo un cierto nivel de inglés - a la altura de un First Certificate aproximadamente- y ahora resulta que éste es el nivel que nos piden cuatro años después. ¿Es lícito que los alumnos tengan casi nueve años de su vida para tener un nivel tan sumamente básico de inglés? 

En la mayoría de universidades privadas - en las que tienes que pagar un mínimo de 6.000 euros de matrícula para ingresar, por cierto- el inglés, el español y el catalán son los tres idiomas básicos y fundamentales. Los alumnos, en teoría y según lo que nos venden, salen preparados para hablar las tres lenguas con total soltura y con un buen nivel. Y es lo mismo que ocurre en la mayoría de centros privados o concertados, que tienen bastante más nivel de inglés que los alumnos que cursan en centros públicos. Pero, ¿esto debería ser así? No, no debería. Sí es cierto que alumnos, tanto de centros privados como de centros públicos, acaban sus estudios con un nivel tanto de castellano como de catalán muy bueno, y eso está perfecto. Pero deberíamos replantearnos si el inglés no es también importante. Los alumnos, cuando acaban la ESO, o segundo de Bachillerato, deberían hablar con total soltura el inglés, casi igual que como se expresan en catalán y en castellano, y esto evitaría muchas de las frustraciones que luego se encuentran los estudiantes de España. Es muy duro para una persona con inquietudes, y con ganas de hacer cosas, quedarse a las puertas de realizar proyectos y vivir experiencias por el sólo hecho de no tener el nivel suficiente de inglés. Parece mentira que a estas alturas del siglo XXI los alumnos de centros públicos sigan teniendo más problemas que los alumnos que toda su vida han gastado una millonada en su educación. El día de mañana esto provocará una fragmentación de la sociedad, en la cual no podemos caer. Las personas más adineradas, o que se hayan podido permitir una educación como dios manda, serán las que tendrán más posibilidades en el mercado laboral, mientras que aquéllos que no hayan podido formarse en condiciones - y no porque no hayan querido, sino porque España es así- andarán a trompicones. 

No deberíamos permitir volver a caer en este elitismo, sino que lo que deberíamos hacer es impulsar el nivel educativo español hacia nuevos sistemas, nuevas opciones y nuevos métodos. Replantearnos el aprendizaje y la enseñanza y empezar a hacer cambios radicales en el sistema educativo de nuestro país.



Clara Esparza
"La mediocridad es el consuelo de los incapaces"











27.03.2013


SOBRE EL ARTE


Formarse en arte


Día tras día nos venden la moto de que "no hay dinero". Los universitarios reciben cada vez menos ayudas y las becas para estudiar idiomas han ido suprimiéndose a lo largo de estos últimos años. La excusa es, desde el año 2008, siempre la misma: crisis. Nos hablan de crisis económica, crisis financiera, crisis de mercado. Pero no nos hablan de crisis de valores, de principios y de intelectos.

¿Reducir en educación¿ ¿Recortar en la formación de las personas que en un futuro tendrán que sacar adelante nuestro país? Es injusto. Es más, es absurdo.

Hay varias cosas indignantes en este asunto. Una de ellas es la mentira y la estafa a las que estamos sometidos. Nos dicen que no hay dinero y luego salen casos de corrupción, de sueldos que van a manos que no deberían ir, de monarcas y políticos que se gastan el dinero en asuntos no importantes...Y todo esto sin hablar de todo lo que los medios de comunicación no nos explican. Pero este es otro tema, y un tema además muy vigente, del que todo el mundo habla y del que ya se han hecho demasiadas críticas.

Hoy me apetece abordar otro asunto. Hablando de formación y de estudios. Me siento afortunada, a pesar del panorama económico actual, de estar cursando una carrera universitaria. A pesar de las pocas - dentro de lo que hay- ayudas que recibimos los universitarios, sí es cierto que tenemos muchas más facilidades en nuestra formación que en otros ámbitos.

Y aprovechando hoy, que es el día mundial del teatro, quiero hacer una crítica - dentro del escaso conocimiento que tengo sobre el tema- a las dificultades y los obstáculos que tiene hoy en día la actividad artística. 

Es una pena que las personas que se quieren formar en teatro, danza o música, lo tengan tan complicado. Y no estoy hablando solamente a nivel económico, sino también a nivel de exigencia. Por desgracia, en nuestra sociedad actual, el arte no está apreciado y valorado como se merece. Pocas personas invierten en arte, en ir a ver una obra de teatro, o un musical y, en consecuencia, poco es el dinero que ganan los artistas.

Se exige un gran talento y mucha formación a las personas que quieren hacer del arte su vida, pero tampoco se les ponen facilidades a la hora de formarse. Apuntarse a clases de baile, de teatro o de música exige una renda de la que no todo el mundo dispone, y esto acaba suponiendo un impedimento para aquellos que quieren dedicarse a la profesión artística.

En definitiva, creo que debería facilitársele de igual manera la formación a los estudiantes de carrera, o de bachillerato, que a los que se quieran formar en danza, en teatro, en arte dramático o en música. Todo es vocación, y todo merece que se le dé un valor. De hecho, los artistas merecen que se les valore como se merecen, ya que el arte es una de las carreras que más exigencia, esfuerzo y sacrificio requiere.




Dicho esto, ¡feliz día mundial del teatro!

Clara Esparza









21.03.2013

SOBRE NOSOTRAS


Mujer y poder, ¿compatibles?

Desde que empecé con este blog me he empeñado en pronunciarme acerca del gran papel que ha tenido la mujer a lo largo de la historia para cambiar el mundo, y la manera de ver la vida. Concreté ya desde el primer día que - para todos aquellos que no lo sepan- feminismo no es ni será nunca lo mismo que machismo - por mucho que muchos se empeñen en compararlos y ponerlos al mismo nivel- y, para muestra, un botón:


Feminismo (m):

 1.Doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres.

2. Movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres.

Ambas definiciones, extraídas de la versión online del Diccionario de la Real Academia Española, explicitan en el hecho de la defensa de la mujer, nunca de la menospreaciación del hombre. Veamos la definición de machismo:

Machismo (m):

1. Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres.

En la definición de machismo, también de la Real Academia Española, encontramos algo muy distinto: el menosprecio de la mujer, en comparación con el hombre.

No sé vosotros, pero yo observo una clara distinción entre un término y el otro. Con feminismo estamos hablando de un corriente, de un pensamiento y, aún seré más explícita, de un movimiento (en formato de reivindicación). Cuando hablamos de machismo, en cambio, nos referimos claramente a una forma de pensar, de ver los dos sexos, de compararlos y de acabar siempre dejando por debajo a la mujer.

Empezando por esto y después de aclarar términos pasemos a hablar de historia. Todos sabemos la necesidad que tiene el hombre de ser el "macho", el valiente, el fuerte, y esto ha existido desde el principio de nuestros tiempos (son cabezas huecas, ¡qué le vamos a hacer!). No, bromas a parte, a lo largo de toda la historia la mujer siempre ha tenido su papel en el mundo. Ya en la prehistoria los hombres eran los que salían a cazar mientras que la mujer se encargaba de "otras tareas". No obstante, y bajo mi punto de vista, no creo que los cuatro monos que habitaban el planeta se plantearan nunca menospreciar a las hembras. Pero creo que, como sociedad, sí que hemos abusado de nuestros instintos animales.

Hoy, no obstante, el mundo ha dado un giro, y los roles han cambiado. El por todos conocido "hombre de negocios" ya no es el único que tiene todo el derecho del mundo a dejar a su familia en casa para hacer su vida, para mantener su vida y la de sus allegados. Hoy en día la mujer también se ha subido al carro de "los que hacen cosas grandes" y esto, por desgracia, en muchas ocasiones ha culminado en un problema.

Hay multitud de mujeres jóvenes que viajan, que estudian mil idiomas diferentes y tienen muy claras sus metas en la vida. Hasta aquí perfecto. Llegan a la universidad, se forman, estudian una carrera, hacen un Erasmus, viajan alrededor del mundo, crean un proyecto ambicioso y, de repente, se encuentran con un muro y se lo comen de morros.

Y el muro tiene muchos nombres: embarazo, debilidad física, familia, disponibilidad. Pero un denominador común: mujer.

Es triste, sí, pero hoy en día la mujer debe saltar más obstáculos, para llegar a la misma cima. ¿La mujer puede ser poderosa? Sí, está claro. Pero, ¿a qué precio? Hoy he visto a Pilar Rahola afirmando con rotunidad que "una mujer todavía debe disculparse por ser poderosa". Pues bien, no sé hasta qué punto esto es verdad, tal vez sí, tal vez la sociedad aún ve "raro", o fuera de lo común, que una mujer haga lo que hasta hace pocos años solamente el hombre hacía. Que salga de casa y deje a sus hijos con su marido, y se vaya a recorrer medio mundo por motivos de trabajo, esto es mal visto gran parte de la sociedad - y de esto estoy plenamente convencida- mientras que un hombre lo haga, no tanto. Alomejor el verbo no es "disculparse", como ha dicho Rahola, alomejor es más bien "justificarse".

Y hablo de España, ojo, porque ya ni me lío a hablar de los países africanos, donde la mujer prácticamente no tiene ni derecho a la existencia (o sí, para procrear).

Llámenme feminista, no sé lo que soy, y poco me importa. Soy una defensora de la mujer, sí, pero no por ser mujer, sino por ser humana y persona. ¿Qué es esto de que la mujer no pudiera votar hasta el año 1933?   Y, no nos olvidemos, la mujer votaba, pero la mayoría bajo orden de lo que los "machos" decidían que era "lo correcto", porque ellas no tenían criterio, o así se lo hacían pensar. En fin, vergonzoso.

Desde siempre el sexo femenino ha resultado tener "su papel" en el mundo, su rol. Y esto ha cambiado señores, somos grandes mentes y con un gran poder interior y, al igual que muchos hombres han nacido para hacer cosas grandes, nosotras también. Y, porfavor, hacer cosas grandes no es limpiar, tener hijos, o trabajar en "lo que nos toca".

No hace falta ser muy inteligentes para observar que, por ejemplo, en política la cantidad de hombres que se dedican no tiene nada que ver en proporción a la cantidad de mujeres que están en el poder. Y miremos a Merkel, que no sé lo que ha hecho, pero desde luego ha sido más lista que nadie. Y no realzo la inteligencia femenina, ni los dotes políticos, por encima de los del hombre, no, para nada, sino que los pongo al nivel que le corresponde.

Las mujeres también hemos nacido para hacer cosas grandes, y tenemos mucho que aportar al mundo (como todas las personas). Porfavor, pónganoslo un poquito más fácil. Que nosotras parimos, sí, pero ellos también saben cuidar de los niños. Que siempre hemos pringado nosotras, pues también, pero alomejor es hora de hacer algún cambio, ¿no? No es tan grave, por dios, que una mujer deje al hombre al cargo de los niños y se vaya a hacer su vida, lo que siempre ha soñado hacer. ¿Por qué al revés no está tan mal visto?

Igual hablo desde la ignorancia, igual son sensaciones mías, cosas que veo en la sociedad que nunca lograré entender. Pero alomejor si estudiáramos el tema descubriría que me equivoco, y mucho. Pero esto es lo que veo: que la mujer puede hacer cosas grandes, pero que tiene demasiadas cargas - que provienen desde el principio de la existencia- y que le está costando demasiado deshacerse de ellas. Espero y deseo que, con el paso de los años, esto sea algo que poco a poco cambie. El mundo se pierde muchas cosas si no es capaz de facilitarle a las grandes mujeres la tarea de hacer aquello que están destinadas a hacer en la vida.

Y, después de todo el sermón, os dejo con una recomendación. Una de mis películas preferidas que hace, precisamente, una crítica a las dificultades que tienen las mujeres de negocios en la sociedad actual: Tentación en Manhattan





Clara Esparza
A todas las mujeres de mi vida (y a mis grandes zorras también)







17.03.2013

SOBRE NOSOTRAS
El arte de ser mujer


Principios del siglo XX. El sexo no era, precisamente, algo para la mujer. Más bien se podría decir que no era algo para la sociedad. La sexualidad prácticamente debía ser oprimida y censurada. La mujer era, en toda regla, la "víctima" de los convencionalismos de la época y ésta podía ser juzgada por mostrar más de lo que era considerado como "lo correcto". Así pues, la coquetería de las faldas largas por debajo de las rodillas, los estampados discretos, de tonos más bien oscuros y serios. Las camisas, los recojidos sofisticados y los calcetines por los tobillos encima de zapatos sin ni una pizca de tacón, caracterizaban a la mujer de esa época. 


No obstante, y paralelamente, surgió en este contexto un nuevo arte, el arte "burlesque", en el que las mujeres ya llevaban menos ropa. En este momento fue cuando nacieron las primeras impulsoras del arte Pin-Up.

Ya en los años 30 artistas como George Petty vistieron los garajes de todo el mundo con calendarios que mostraban las imágenes de mujeres semi desnudas y con posturas sugerentes y eróticas. Es en ésa época cuando la revista Esquire empieza a publicar dibujos de pin-up girls.

Pero es en los años 40 cuando el fenómeno pin-up se consolida del todo y empieza a no ser algo tan clandestino y extraño, sino que imágenes de este estilo son vistas con normalidad en lugares comunes.


El arte de ser mujer. Los cuerpos y rostros femeninos más bellos vestían y decoraban habitaciones, camarotes, garajes e incluso servían para decorar los aviones de los aviadores de la época. 

Las principales precursoras de este fenómeno son las actrices y modelos de la época. Rita Hayworth y Marylin Monroe fueron dos de ellas:



Durante las décadas de los 50 y los 60 el movimiento derivó más hacia el arte fotográfico que hacia el dibujo como lo había hecho hasta el momento. Las revistas más atrevidas del momento, tales como Playboy, presentaban reportajes fotográficos de lo más eróticos y atrevidos.

Desde siempre han existido personas revolucionarias, anticonvencionales. Las mujeres Pin-Up fueron el despunte de los convencionalismos de la época, que oprimían las necesidades y placeres. Mujeres jóvenes, y no tan jóvenes, lucharon por mostrar al mundo su belleza y optaron por no conformarse con lo que la sociedad del momento les exigía. Muchas de las mujeres que posaron en los calendarios y para las revistas desnudas o semi desnudas eran  inseguras, débiles y que buscaban en ello el reconocimiento de los hombres, muchos de los cuáles no valoraban nada más que un físico.
No obstante, gran parte de las pin-up girls fueron artistas en toda regla, que con su belleza y su autoestima se atrevieron a mostrar sus dotes femeninos y a dejarse retratar por los mejores fotógrafos y dibujantes de la época, sin tabúes y realzando la figura de la mujer por encima de cualquier directriz y norma social.




Clara Esparza







1 comentario:

  1. ¡Fantástico! Me gusta encontrar a personas como tú en el mundo. Felicidades por tu blog, algún día tendrás mucho más que ésto. :)

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